EL TULIPÁN NEGRO – alejandro dumas

Clásico de aventuras en el que un joven rico y soñador, dedicado al cultivo de tulipanes cuando los Países Bajos enloquecían por ellos, se ve envuelto sin querer en una conspiración política y, convertido en prisionero de Estado, se enamora de la hija de su carcelero. Aunque, en realidad, todo lo que desea es cultivar tulipanes…

Con humor y hasta guasa, Dumas entretiene con una novela sencilla. Se dirige constantemente al lector —para mi gusto, demasiado— y hace gala de sus recursos novelísticos sin ningún pudor, lo que acrecienta la sensación de estar leyendo a un guasón. El trasfondo político se describe con ironía, sobre todo en lo tocante a Francia, la patria del autor, sin llegar a entrar del todo en la historia.

Una novela, en fin, agradable de leer y que sabe no tomarse a sí misma demasiado en serio.

escrito en francés | leído en español

LA REGENTA – leopoldo alas «clarín»

Hacía tiempo que quería leer este clásico y, como además vino recomendado por Ilu Ros y por otra amiga, ha terminado por caer.

El libro es una telenovela en toda regla. Hay una santa virgen, un don Juan y un triángulo amoroso. Con una extensión de más de 730 páginas, sería una historia insufrible sino fuera por la mala baba que emplea Clarín a diestro y siniestro. Me ha arrancado bastantes carcajadas y muchas sonrisas. Aquí no hay buenas personas. Todos los pensamientos, actos y sensaciones se explican desde lo más bajo del ser humano. Y es precisamente esta bajeza y el sarcasmo constante con que se describe lo que hacen del libro una novela brillante. Todo es maledicencia, envidia, cobardía, lujuria, amor propio; instintos bajos y básicos. Y lo que no lo parece, lo es también.

De la forma de narrar puedo decir más de lo mismo. Su petulancia y su repetición serían insufribles si fueran de veras; pero se utilizan con mucha ironía, como reflejo de los pensamientos que describe o puestas directamente en boca de los personajes.

En fin, me ha encantado. Al libro también le pongo algunas pegas. La primera mitad abusa de las abreviaciones que, como por ensalmo, casi desaparecen en la segunda. La ironía, aunque presente en todo libro, se va escatimando según avanza la segunda mitad y esto es, creo, una lástima. Para terminar y en tono más personal, no me ha gustado el final por abrupto, aunque me parece un acierto que huya de moralejas.

Creo que quien se atreva con «La Regenta» encontrará una lectura entretenida y agradable. También larga. Me había prometido no meterme en novelones después de «La montaña mágica» (¡ejem!, luego vino «Crimen y castigo«), y la lectura se me ha hecho un poco larga. Disfrutadla.

escrito en español | leído en español

NARRACIONES -antón pávlovich chéjov

Una vez, cuando estudiaba en la universidad, me tomé con una edición de bolsillo de los cuentos completos de Chéjov en una librería habitual y no la compré. Me arrepentí. He pasado años buscándola sin resultado, encontrando solamente ediciones descatalogadas o terriblemente caras. De casualidad, vi entre los libros de mi abuelo paterno esta pequeña antología de Salvat y, al verla, se me iluminó la cara.

El libro contiene diez cuentos. Algunos son serios y otros buscan la risa y la chanza, pero todos son tristes. Todos se centran en las capas bajas de la sociedad rusa, tienen algo que ver con la medicina (el propio Chéjov era médico), y una moral subyacente cuya valoración final, con tacto, no se exhibe sino que, a través de las descripciones, se deja al criterio del lector.

«La sala número seis» narra la historia de un médico a quien se le considera loco después de tratar con un paciente demente. «Vecinos» trata de un amor prohibido y de las actitudes que diferentes generaciones adoptan ante él. «Un asesinato» cuenta el caso de un hombre muy religioso que, creyéndose más papista que el Papa, se aporta de todos, incluso de los sacerdoted, por creerlos indignos, y acaba cometiendo un delito de sangre y encontrando la verdadera fe después de su castigo. «Kashtanka» es el relato curioso y probablemente alegórico de un perro perdido a quien su amo maltrata; es recogido por un amo bueno y, cuando vuelve a su dueño original, no sabe ya distinguir quién le trata mejor. «Ladrones» es la historia de un hombre que, acosado por unos ladrones, pierde la fe en el la humanidad y, no encontrando justicia en ells, se convierte en un criminal. «Cirugía» es una breve pieza satírica sobre un religioso al que deben sacarle una muela. Hace dos semanas tuvieron que sacarme una, de modo que me sentí identificado… «El camaleón» describe con mucha gracia cómo la justicia no es igual para todos. «La boticaria» es la historia de unos cuernos que no fueron, del enfado ante la sospecha de que uno pueda cometer tal bajeza y de la frustración por no haberlo podido cometer cuando uno ya se ha decidido a hacerlo. «Una corista» enseña la injusticia que cometemos al prejuzgar a la gente. Finalmente, «Zinochka» trata del odio que no se olvida.

Todos los cuentos están escritos sobre ideas potentes. Creo que los que más me han llamado la atención son «Vecinos«, «Kashtanka» y «Una corista«. En general, me han gustado mucho todos por su argumento y desarrollo. El estilo de Chéjov no lo he encontrado genial como esperaba, aunque sí muy bueno y generalmente sucinto a la par que sutil; cierto es que se trata de una traducción. ¡Si otro libro de Chéjov cae en mis manos, no lo dejaré escapar!

escrito en ruso | leído en español

CRIMEN Y CASTIGO – fiódor dostoievsky

Hacía bastante tiempo que, tras leer «El jugador», me apetecía acometer una de las obras mayores de Dostoievski. Al final la emprendí con «Crimen y castigo» y el libro no me ha dejado indiferente.

La novela narra el planeamiento de un asesinato, su perpetración y la investigación policial posterior, todo desde el punto de vista del asesino, que es confuso y admite muchas lecturas, y mezclado con varias subtramas que agregan matices filosóficos, psicológicos y morales. Aunque esta descripción pueda dar la imagen de un libro pesado, «Crimen y castigo» es todo lo contrario. Está lleno de giros de acción y argumento, humor y diálogos, todo lo cual resulta en un libro tan interesante como  entretenido.

Es curioso que, durante las primeras 200 páginas, me pareció un mal libro. Pensé que todo sonaba cogido con pinzas y que, sobre todo, sobraban muchas páginas. De repente, dejaron de sobrar. Ni siquiera una. La historia se complicó con una plétora de matices que añadían profundidad e interés. Recordé las palabras que Hemingway dedicó a Dostoievski en «París era una fiesta», que en mi cabeza -habiendo leído ese libro hace 16 años; no me hagáis mucho caso- es algo así como que, a pesar de esos giros argumentales cogidos con pinzas y sus páginas sobrantes, no se sabe cómo, ¡es tan bueno!

escrito en ruso | leído en español

PAPÁ GORIOT – honoré de balzac

Algo tiene la literatura francesa que siempre me conmueve…

«Papá Goriot» empieza siendo una novela que me pareció típicamente decimonónica; entretenida, despojada de las florituras estilísticas que vendrían casi un siglo después de su publicación, y cargada de preámbulos que me empezaron a parecer excesivos, cada vez más molestos, incluso cargantes, hasta más o menos la página 50, momento en que la señora de Beauséant monologa despechada y promete al joven Eugenio su entrada en la alta sociedad parisiense de la Restauración monárquica. Ahí, «Papá Goriot» me enganchó.

Lo que sigue es un conjunto de sensaciones marcadas por la tristeza y el horror ante una historia que, a un ritmo más trepidante a cada página, destapa parcelas de la mezquindad humana y del orden social que siguen demasiado en boga. Las historias del señor Goriot, arruinado por sus hijas, y de Eugenio, que ambiciona la riqueza porque no la tiene, sirven para hablar de la ambición por el dinero, la frivolidad, la mentira al servicio del egoísmo y del placer, el mirar hacia otro lado cuando conviene ignorar algo que no nos gusta, la falta de escrúpulos justificada a uno mismo con la lógica de una impotencia irreal; en fin, Balzac nos muestra un mundo liderado por un materialismo rampante que deja todo lo demás en segundo plano y en el que nuestro sistema de valores se modifica a las primeras de cambio, mal que nos pese y considerándolo, con rectitud fingida, inevitable; todo para lograr nuestros objetivos de la manera más cómoda posible y sin importar a quién pisemos, aunque no lo podamos reconocer ante nosotros mismos.

Y ahora pregúntense si quieren leerlo.

escrito en francés | leído en español

HEART OF DARKNESS & OTHER STORIES – joseph conrad

«El corazón de las tinieblas» es la obra más famosa de Joseph Conrad y la razón por la que compré este libro en la librería americana de Amsterdam, allá por 2013 (Por alguna razón, cada libro me trae recuerdos: dónde, cuándo y cómo lo obtuve, qué pensé al leerlo, qué pasaba a mi alrededor cuando lo leí…; recuerdos que perduran una vez he olvidado la historia, como boyas a las que agarrarse en el océano del tiempo).

El libro contiene un relato corto y dos novelas cortas. El relato, «Youth: A Narrative«,  es la aventura satírica y fatídica de un barco que cubre la ruta Londres – Bangkok y en la que un joven de 20 años, en su primer puesto como oficial, vive las penurias y el peligro como una aventura. Hay dos visiones antagónicas: la del narrador adulto que narra la travesía como una anécdota y con la perspectiva de los años, y la del joven que vive la experiencia.

«Heart of Darkness» («El corazón de las tinieblas«), obra renombradísima de Conrad, sigue la carrera de un marinero que se alista para comandar un barco de vapor en el río Congo. Es un relato oscuro y misterioso donde no todo se dice completamente a las claras y se mezclan el racismo y el aprecio por los semejantes, sean quienes sean, de una manera crítica quizá inhabitual en el momento en que fue escrito. El valor simbólico de Mr. Kurtz, personaje misterioso que se convierte en la obsesión del protagonista, encarna los valores vagamente morales, y sobre todo los funestos, de la conquista europea. Al describir su ascendencia, el propio narrador dice que en él confluyen todas las partes de Europa.

Estos dos relatos me gustaron, pero al igual que pensé al leer «Kim«, creo que los hubiera disfrutado más de joven. Veo originalidad en ellos, pero no me han atrapado de veras. Su estilo, muy oscuro en el segundo caso (recuerda a Lovecraft, a quien leí con asiduidad y fruición hace mucho) y plagado de repeticiones, me ha resultado, incluso, cargante en ocasiones.

La magia está en la segunda novela corta, la para mí desconocida «The End of the Tether«, que me ha parecido madura y brillante. Un hombre mayor, un capitán de barco con una carrera de prestigio no desdeñable y en edad de jubilación, se encuentra en apuros económicos y debe reinventarse para, a mayores, poder ayudar a su hija, cuya economía hace aguas. Así que decide invertir el remanente de su fortuna en formar una sociedad con el dueño de un barco, huraño y avariento, con el que nadie quiere trabajar, con el objetivo de intentar rendir beneficios que puedan ayudarle a él y a su hija. Aquí comienza una historia compleja donde la aventura deja el primer plano a la psicología de los personales, muy ricos y bien definidos, y a una tupida trama de ambiciones mezquinas y terrenales. El estilo es más conciso, evita las duplicidades y consigue enganchar. Para mí ha sido toda una sorpresa y si he de recomendar a Conrad, será por esta historia.

escrito en inglés | leído en inglés

CANTARES GALLEGOS – m. rosalía r. de castro

Qué ligeros y pesados son estos poemas al mismo tiempo. Ligeros porque su lenguaje y ritmo, cercanos al de las canciones populares y engastado en versos menores, fluye como música; pesados porque de vez en cuando aparecen temas como la pobreza, emigración y la crítica social, temas siempre profundos sin importar la ligereza de su tratamiento, y por desgracia todavía vigentes.

Creo que éste fue el primer libro que intenté leer en gallego por placer. Lo encontré en El Baúl de los Recuerdos, aquel local coruñés de segunda mano camino de María Pita que espero siga existiendo, a precio de saldo. En un papel que guardé entre sus páginas aún se lee una fecha: 2009. Es posible que lo comprara aún antes. No sé por qué no terminé de leerlo por aquel entonces, probablemente no era el momento. Leerlo ahora me ha traído recuerdos de mi vida en Galicia, que cada vez siento más lejana a pesar de que fue tan vívida y que me enseñó tanto. Rosalía de Castro, a través de sus poemas, me ha puesto en contacto con un gallego defectuoso, alejado de normativas, que en su tiempo ni siquiera existían, y por lo tanto más real; un gallego con sus variedades dialectales, castellanismos e incluso incorrecciones, más parecido al que yo escuchaba cada día en Coruña que el que despliegan los textos que, hoy en día, cumplen a rajatabla con las reglas del idioma estándar.

En fin, el libro me ha gustado también por sí solo, sin necesidad de apelar a la nostalgia. La edición que yo he leído, parte de la Biblioteca La Voz de Galicia e impreso en el año 2000 -pero cuya compilación y traducción se remonta a 1986-, es bilingüe. Hay veces que he leído también la versión castellana de Mauro Armiño, encontrándola buena. Es fiel a la métrica y no siempre a la exactitud de las palabras, cosa que no siempre me gusta, pero que en el caso de un gallego algo castellanizado me parece adecuado, ya que la problemática que plantea la búsqueda de sinónimos ajustados a la métrica aparece con relativamente poca frecuencia.

Ahora quedo con las ganas de leer «Follas novas» y el resto de la obra poética de su autora.

escrito en gallego | leído en gallego

ASÍ HABLÓ ZARATUSTRA – friedrich w. nietzsche

Zaratustra sale de su cueva y, acompañado de su águila y su serpiente, se pone en marcha hacia la ciudad La Vaca Multicolor, donde predica ante un gentío que se burla de él como de un enajenado y le amenaza.

Más o menos fue ahí cuando, hace unos once años, decidí abandonar la lectura, pensando que la traducción debía de ser rematadamente mala porque nada tenía sentido. Esta vez lo he leído entero… y me ha costado. «Así habló Zaratustra» es una lectura difícil. Quiero decir que, aunque ni soy filósofo ni leo filosofía habitualmente, tampoco soy un completo novato. Antes de intentar leer a Nietzsche por primera vez había leído ya obras de Parménides, Heráclito, Platón, Aristóteles, Maquiavelo, Schopenhauer, Rousseau, Marx y Sabater. Tampoco me ayudó el hecho de haber pasado de puntillas por Nietzsche en mi clase de filosofía, asignatura que disfruté mucho en su día. Recuerdo haber dedicado un cuatrimestre casi completo a Platón, a los diecisiete años, en los que me sobró tiempo para leer «La República» de cabo a rabo. Recuerdo también que el profesor dedicó mucho tiempo a San Agustín, a Kant y a otros. ¿Pero Nietzsche? Creo que ni siquiera abrimos el libro por las páginas que trataban de darlo a conocer.

Sobre Nietzsche, no obstante, sobre su filosofía y su estilo poético han corrido ríos de tinta. Me limitaré a dar una breve opinión personal.

Me parece que los contenidos de Zaratustra, en fondo y en forma, tienen un gran valor como revulsivo; toman los cimientos de nuestra sociedad y los ponen del revés, inquiriéndolo todo y viendo tras ellos varias capas de comportamientos socialmente aceptados, pero no del todo naturales al hombre. El hombre debe, según Zaratustra, «ser superado», debe llegar hasta las últimas consecuencias de su propia individualidad y, para ello, los conceptos de «bien» y «mal» no pueden tener cabida en su vocabulario. Esto significa que cada cual debe aspirar a sí mismo bajo el precepto de que los hombres no pueden ser todos iguales, y cuando dice hombres habla únicamente en masculino, ya que a pesar de su sabiduría es un misógino incurable. A menudo, Zaratustra ve detrás de acciones «buenas» un cinismo enorme que busca la grandeza desde la bajeza. Gracias a ese cinismo he aprendido el significado real de la palabra «nihilismo».

En ocasiones he leído capítulos, pues el libro está estructurado en capítulos breves que vuelven sobre los mismos temas, con cuya visión he coincidido bastante. Casi todos, sin embargo, y sin importar cuan agudos los haya encontrado, han generado en mí rechazo. Los valoro como un cuestionamiento válido y profundo de las sociedades humanas modernas y, en especial, de la permeabilidad que en la sociedad occidental ha tenido la moral cristiana, pero no como una alternativa en sí mismos. No concuerdo tampoco con las forma en que se aplica la crítica y que, además de a las mujeres, denosta a los lisiados y menciona a los judíos demasiado (esto recuerda a ciertos hechos que acaecieron un tiempo después). Tampoco con el estilo, que será bueno y poético, pero también inusualmente críptico y hasta irracional, algo que me parece más propio de la mística que de la filosofía.

En fin, el libro es interesante, difícil y no deja indiferente. Si para bien o para mal, ésa es otra historia. Y vamos a ver, ¿a quién se le ocurre llamar a una ciudad «La Vaca Multicolor»?

escrito en alemán | leído en español

UNA TEMPORADA EN EL INFIERNO – arthur rimbaud

Comencé a leer este libro hace once años durante un viaje universitario en autobús. El libro era prestado y el viaje, corto, de manera que no me dio tiempo a terminarlo; ahora ha sido una relectura en su mayor parte. Había olvidado el oscurantismo de Rimbaud, el simbolismo y la sensación de decadencia. Rimbaud es un poeta con multitud de estudiosos y seguidores y una influencia relevante; tanto es así que me remitiré únicamente a las sensaciones que la lectura me ha provocado y dejaré de lado todo remedo de análisis.

El texto me ha parecido muy oscuro, complejo y abstracto, lo que provoca que cualquier entendimiento -y empatía- se antoje parcial. Las primeras secciones, dantescas y exageradas, son como un torrente de ideas, sensaciones y palabras. Creo que hubiera disfrutado más con una contención narrativa y simplicidad de estilo mayores, aunque algunas de las imágenes me han parecido inteligentes y atrayentes. La sección «Alquimia del verso«, menos caótica y casi libre de exageración y teatralidad, ha sido la que mejor ha despertado mi interés y la que me ha gustado más.

Más o menos por la misma época en que comencé a leer a Rimbaud, solía leer a Baudelaire. Aunque de eso hace ya mucho tiempo, en mi memoria no prevalecen «Las flores del mal«, muchos de cuyos poemas recuerdo igualmente grandilocuentes y exagerados, sino los pequeños poemas en prosa de «El esplín de París«, que encontré incisivos y me hicieron recapacitar, y los ensayos.

escrito en francés | leído en español

LOS PAZOS DE ULLOA – emilia pardo bazán

Novelón. La amiga Emilia parió una novela que, aunque parece muy ligada a las corrientes literarias que agitaban Europa en aquella época, tiene singularidades propias y que, pese a una prosa generalmente rápida que atrapa desde la primera página, demuestra una cultura elevada a la par que un uso muy realista del habla popular.

La historia, ambientada en un caserón perdido en los montes gallegos, pone patas arriba las convenciones sociales, el machismo, el clero, los mundos rural y urbano, la degeneración de la aristocracia y la política; con una ironía fina que provoca sonrisas y un punto de partida tan tradicional que probablemente fuera en aquella época difícil de censurar pese a sus medias tintas exquisitas.

Julián, personaje que encarna el cura devoto y ortodoxo hasta lo pacato, llega a los pazos de Ulloa con el encargo de poner un poco de orden en una casa donde un autodenominado marqués, señorito asilvestrado de linaje antiguo venido a menos y poco menos que iletrado, está a verlas venir mientras su hacienda la administra Primitivo, un aldeano audaz y sin escrúpulos que tiene a toda la parroquia bailándole el agua. El marqués, no sabiendo manejarse sin él, le hace pocos ascos a su hija, mujer libertina que posa sus ojos sobre quien se le acerca y con quien tiene un bastardo… Tan bonito cuadro horroriza a Julián, quien apenas tiene recursos para enmendarlo.

Así comienza la historia, estructurada en dos partes o tomos, aunque el hilo argumental se desarrolla en tres escenas. La primera nos muestra los pazos de Ulloa y la vida en el valle del que forman parte. Una segunda escena, más bien corta, tiene lugar en Santiago de Compostela. La tercera y última devuelve el escenario a los pazos. Poco después de la llegada a Santiago, parece que la historia pierde fuelle; se tradicionaliza, la prosa pierde parte de su ironía y se acerca al convencionalismo moral. Poco después de la llegada a los pazos y con la narración volcada en la política como catalizador del hilo argumental, la narración recupera brillo y muestra el caciquismo, la inquina, la vanidad, la rabia aldeana, todo reflejado a través de la política por aquellos pagos; Emilia vuelve a sorprender con la descripción de los pucherazos y las consecuencias que tienen para todos. El final de la novela -que no desvelaré-, con una resolución indirecta y ambigua, me ha parecido todo un acierto.

En fin: novelón. Probablemente sea éste uno de nuestros clásicos más accesibles, de narración más moderna y de los que más podamos disfrutar. Y quizá sea también, desgraciadamente, uno de los menos leídos.

escrito en español | leído en español