A Virginia Navalón llegué atraído por su biografía (joven, arquitecta, teórica de la arquitectura, poetisa) y los premios a su trayectoria poética. Los poemas que encontré en la red terminaron por despertar mi curiosidad.
«Bestiario» es un libro de poemas cortos y, si bien creo que no todas las piezas encajan con el tema y que la estructura de las secciones tiene mucho de arbitraria, he de decir que el estilo de Virginia me gusta mucho. Me gustan su voz poética, su mezcla justa de intimidad y universalidad, sus imágenes, su manera de contar, sus intuiciones, su sencillez que por momentos parece inocente. Aprecio, aunque creo que a veces los fuerza demasiado, sus juegos con el lenguaje; por ejemplo, al trastocar el sentido morfológico de algunas palabras.
La mezcla de juego, inocencia y sencillez genera versos de una gracia particular: «Me abandono a este sueño de gusano / que curva el tiempo» o «Subo por la escalera de relojes. / Tictaconean«. Pero no todo es inocencia y gracia. Algunos de los poemas más oscuros están entre los más inspirados: «Un muro. / En el muro, una sombra. / Ante la sombra, un sauce. / Del sauce, contra el muro, / las lágrimas«.
Destaco su manera de guiar los versos, y la voz propia con que los forma, antes que versos concretos. Y aunque creo ver en algunas imágenes que la autora tiene aún terreno para mejorar, su tono, su búsqueda de imágenes accesibles y su escritura diáfana me sugieren que puede llegar muy lejos.
escrito en español | leído en español
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