DIE STIMMEN VON MARRAKESCH – elias canetti

Canetti viajó al Marruecos francés en 1954 con el equipo de rodaje de una película. En este breve libro de viajes relata sus experiencias e impresiones desde la ignorancia de un extranjero que se compadece de la pobreza local y se interesa por la cultura y las costumbres del lugar que visita. Escribe de manera tierna y cercana, y sin embargo no pude evitar la distancia cultural que le separa de los marroquíes; es esa impresión de maravilla del narrador lo que transmite fuerza: no se trata del relato de un erudito que quiera explicarnos cosas, sino del recuento sincero de un viajero maravillado (y a veces asqueado) por lo que ve.

El libro está dividido en capítulos cortos que relatan experiencias distintas y normalmente desconectadas entre sí. El más impactante es probablemente «Die Verleumdung» («La calumnia»), y estoy convencido de haberlo leído ya en una antología de relatos alemanes. El relato es un recuento cruel, obsceno y triste, pero también (al principio) gracioso e inocente, sobre la prostitución infantil.

En fin, me ha gustado mucho este libro sencillo que transporta la imaginación a otros tiempos y a otras geografías, que se lee fácilmente y da ganas de seguir leyendo una vez se ha terminado ya.

escrito en alemán | leído en alemán

POEMAS – constandinos petros cavafis

Cavafis consiguió convertirse en uno de los poetas más influyentes del siglo XX con 154 poemas solamente, escritos sobre todo en su madurez y en un griego que, al parecer, ni siquiera era la variante estándar favorecida en Grecia. Sus poemas hablan de temas históricos relacionados con las culturas griegas (la Grecia clásica, la Siria helénica, los seléucidas, los bizantinos, el Egipto ptolomeo), la fugacidad de la vida, el deseo sexual asociado a la juventud y, en ocasiones, a la prostitución, y el recuerdo que la vejez retiene de la pasión juvenil.

Sus poemas históricos son muy curiosos. Aunque diferentes a los de Borges, me recuerdan a su poesía por el gran número de referencias que son, para mí, oscuras, y cuyo interés por conocerlas los poemas consiguen despertar en mí. Algunos tienen como protagonistas a jóvenes efebos y «amigos», lo cual entronca con el tema homoerótico de muchos de sus poemas no históricos.

Dos poemas me han producido escalofríos. Ambos tratan sobre el paso del tiempo y me parecen magistrales. Uno de ellos se titula «Velas»: «Ante nosotros yérguense los días venideros / como fila de velas encendidas— / (…) / Los días pasados atrás quedan, / triste fila de velas apagadas. / (…) / No quiero verlas, me aflige su figura, / y me aflige recordar su luz primera. / Miro adelante mis velas encendidas. // No quiero volverme, por no ver con horror / cómo la fila oscura avanza rápida, / cómo los cirios apagados aumentan tan de prisa«. El otro, de tono mucho más positivo, es «Ítaca», y creo que lo recordaré mucho tiempo: «Cuando salgas de viaje para Ítaca, / desea que el camino sea largo / (…) / A los lestrigones y a los cíclopes / al fiero Posidón no encontrarás, / a no ser que los lleves ya en tu alma / (…) / Pero no tengas la menor prisa en tu viaje. / (…) / rico por todas las ganancias de tu viaje, / sin esperar que Ítaca te va a ofrecer riquezas. / (…) / no tiene ya más que ofrecerte. / Aunque la encuentres pobre, Ítaca de ti no se ha burlado. / (…) / ya habrás comprendido el significado de las Ítacas«.

Mención aparte merecen el prólogo y los comentarios de Ramón Irigoyen. El prólogo es muy informativo, muy completo, quizá demasiado largo, muy divertido y, quizá, trasluce demasiado sobre su autor y sus opiniones —pero con gracia, lo cual se agradece—; las notas a los poemas, agrupadas al final, son tremendamente útiles, sucintas por lo general y fáciles de usar.

Sobre la traducción de Irigoyen puedo opinar bien poco sin saber griego. Me parece correcta y agradable de leer. Ya que Irigoyen vocea sus opiniones sobre los defectos de traductores anteriores a él, le afeo que favorezca la voz «Posidón» sobre la más común de «Poseidón» y que, ya que se las da de purista con el griego (véase la traducción del nombre del autor que acompaña al título), se niegue a utilizar el superlativo «paupérrimo», escribiendo «pobrísimo» en su lugar. La puntuación es ciertamente extraña y hasta errónea en ocasiones. Irigoyen advierte que copia la original y no me cabe duda. Pero si la traducción no sigue el metro ni la rima del griego, ¿por qué mantener una puntuación controvertida?

En definitiva, Cavafis merece una buena lectura (o unas cuantas). Todos sus poemas merecen la pena y algunos son brillantes. Y la traducción de Irigoyen, pese a las críticas nimias de arriba, me ha gustado.

escrito en griego | leído en español

AT SWIM, TWO BOYS – jamie o’neill

Hace ya muchos años leí un artículo cuyo autor recomendaba este libro y lo agregué a una lista de títulos para leer; así que, cuando lo vi en casa de un amigo, lo tomé prestado.

La trama principal narra el despertar de un amor homosexual entre dos chicos en el contexto de un levantamiento popular que busca la independencia de Irlanda del Imperio británico durante la Primera Guerra Mundial. Ambos temas son principales e indisolubles: el amor homosexual (con hincapié en el adjetivo) y el levantamiento popular. El primer tema se expande con la figura de un tercer personaje y el caso más o menos coetáneo del juicio a Oscar Wilde por su relación, escandalosa para la sociedad inglesa, con un chico; el segundo tema supera el mero contexto para profundizar en el nacionalismo irlandés, la influencia católica, la política confusa de las facciones pro y antibritánicas, la creación de milicias populares, etcétera.

Me ha parecido una novela muy particular. Tiene momentos de una dulzura tremenda y otros de una socarronería escandalosa. Sobre todo al principio, hace reír. El estilo narrativo es, digamos, interesante; no sé decidir si me ha gustado o cansado. El autor utiliza el habla irlandesa de baja extracción, a veces exaltándola y otras ridiculizándola, a menudo buscando sacar una sonrisa; al mismo tiempo tira de juegos de palabras y localismos e intercala frases en latín, francés y gaélico. El resultado es algo que durante las primeras páginas no sabía si era inglés o un galimatías endiablado. Esa sensación de novela difícil desapareció antes de la página 200, bien porque el autor decidió simplificar sus juegos o porque yo me acostumbré a su estilo. Luego está lo que creo que es una mezcla de complacencia con lo que uno escribe y de perfeccionismo: hay partes increíblemente pulidas -algunas casi líricas, otras macarras- y un regodeamiento en cómo se cuentan ciertos pasajes a través de sentencias, repeticiones y tautologías. Estas cosas me suelen parecer islas en una narración más mediocre y, sin embargo, aquí todas ellas parecen caer muy bien; pero, a ratos, su gran cantidad me ha abrumado.

Los personajes secundarios y sus historias, enfiladas más bien a lo que he llamado el segundo tema, me han parecido, en general, bien llevadas. El final del libro, bueno, mentiría si dijera que me ha gustado. No porque esté mal sino porque yo hubiera querido uno distinto. Las páginas previas al final, ah, esas sí me han gustado mucho.

Nadar es, por supuesto, importante en la historia. Es la excusa que permite a los dos chicos conocerse. La apuesta que los dos jóvenes hacen de competir a nado en Semana Santa es la espera, la culminación del despertar sexual.

escrito en inglés | leído en inglés

LINKS, WO DAS HERZ IST – leonhard frank

Creo que es la primera vez que disfruto y me emociono leyendo una novela en alemán para la que, además, no he usado el diccionario ni una sola vez. Leonhard Frank habla para el corazón, y no solo para la cabeza, con un lenguaje sencillo que nos cuenta su autobiografía. Cuidado, porque vienen spoilers.
Michael, alter ego del autor, nace en el seno de una familia muy pobre de Würzburg, una pequeña ciudad alemana. Crece aprendiendo el oficio de su padre y creyendo, por culpa de un profesor, que será siempre un don nadie. Pronto se desplaza a Múnich y se adentra en su círculo bohemio, entrando en contacto con el famoso grupo Der Blaue Reiter, liderado por Kandinsky, un socialista republicano español, advocados del psicoanálisis y demás fauna local. El autor nos transmite con sencillez e ironía fina su opinión sobre la petulancia bohemia, cosa que hará después en otras ocasiones. En Múnich aprende a ser pintor, tiene un primer noviazgo que acaba con su novia poniéndole los cuernos y yéndose con un cocainómano, se da cuenta de que la pintura no es lo suyo y se muda a Berlín. Allí conoce a su primera esposa y escribe su primera novela, que es todo un éxito. Y aquí comienza la metaliteratura, porque el autor nos dice por qué empezó a escribirla y nos da pinceladas sobre su método de trabajo y su ideal literario. A lo largo del libro nos hablará de cómo sus vivencias influyen en su literatura y viceversa, y a mí me parece que ésta es una de sus fortalezas.
Mientras escribe su primera novela, Michael conoce a su primera esposa y su gran amor, Lisa, y recibe la visita de su madre antes de la publicación. Su madre, poco menos que iletrada y movida por las paupérrimas condiciones de vida de su hijo y su mujer, decide escribir una novela para ayudarle. En una de las secciones más emotivas de libro, Michael recibe un manuscrito de su madre sorprendentemente genial y que describe su vida; eso sí, escrito sin una sola coma.
No me quiero extender mucho en esta reseña. Diré sólo que que el autor describe cómo emigra a Suiza durante la Primera Guerra Mundial; convencido socialista y antibelicista, vuelve a Berlín, se convierte en enemigo del nazismo, que prohíbe sus novelas, huye a Francia, donde el gobierno lo trata como potencialmente peligroso pese a ser refugiado político, huye a pie de la ocupación alemana a la Francia de Vichy, destapando la connivencia de ésta con los nazis, consigue llegar a Estados Unidos pasando por España y Portugal, describe su trabajo en Hollywood, destaca la bienvenida que los estadounidenses dan a los europeos, pero también denuncia el salvajismo de su capitalismo, y regresa a Berlín después de la Segunda Guerra Mundial, conocido mundialmente por sus novelas y desconocido en su país debido a la prohibición de sus libros impuesta por el gobierno nazi. Entre tanto, Michael vive amores y desamores, tiene un hijo, se relaciona con gente como Tristan Tzara y Thomas Mann, y nos cuenta todo con brevedad y precisión, en una novels -y una vida- de película.
Casi todo en el libro me ha parecido excelente, aunque en ocasiones es bastante político y no todas sus ideas resisten igual de bien el paso del tiempo. Michael (o Leonhard, el autor), que se las da de muy progresista y se enfada ante el antisemitismo, tiene pensamientos homófobos y no se escandaliza ante el amor entre un hombre de media edad y una jovencita; termina la novela, también, con un alegato anticapitalista que puede estar bien hoy en día, pero que sabiendo cómo acabaron muchos regímenes comunistas, suena raro al saber que fue escrito en 1952. En fin, en todas partes cuecen habas.
Quien haya llegado hasta aquí está, sin duda, interesado por el libro. Léalo, lector.

escrito en alemán | leído en alemán

LOS SANTOS INOCENTES – miguel delibes

Con qué ternura nos cuenta Delibes la historia de los siervos de un cortijo español donde, a mediados del siglo XX, los «señoritos» todavía les tratan como animales, negándoles una educación, riéndose de ellos con soberbia y paternalismo, y exigiendo un respeto cuasi feudal. Como es Delibes de quien hablamos, todo esto no se dice sino que se intuye, aunque de manera clara. Sin embargo, la historia también admite -aun chirriante- la visión contraria, la de un «señorito», un terrateniente que se justifica ante la ignorancia y la miseria del pueblo llano.

Sea como fuere, el libro toma como principal protagonista a un viejo con incapacidad mental, un «inocente», para quien la amistad de un pájaro lo es todo en la vida. Otras historias aparecen y desaparecen en torno a ésta, historias que podrían desarrollarse en sendas novelas y de las cuales no conocemos su final; todas ellas ayudan a entender la vida en el cortijo y a definir, indirectamente, la personalidad del «señorito» y el trasfondo social.

La estructura de la novela es particular. Se divide en seis «libros» o capítulos, y cada uno de ellos es una única oración que funde narración y diálogos sin ayuda de punto y seguido ni punto y aparte. El efecto es la de una historia sencilla que nos contaran en el pueblo y que no pudiéramos dejar de escuchar hasta su final o, al menos, hasta el final de cada capítulo.

Confirmo a Delibes como a uno de mis autores preferidos, lista en la que le había incluido tras leer «Cinco horas con Mario«. Las dos novelas son bastante diferentes pese a sus muchos puntos en común: el trasfondo social, la educación como pilar de éste, la manera de contar sin ser completamente explícito, la ternura, el entendimiento (real o supuesto) de las razones que motivan a personajes antagónicos, el lenguaje llano y la investigación formal.

escrito en español | leído en español

MEMORIAS DE ADRIANO – marguerite yourcenar

Aunque conocía este libro desde hacía mucho, me acerqué a él por recomendación de mi padre, lector acérrimo de novela histórica y las buenas biografías. Así es que lo preferí a los muchos otros títulos que espera en casa de mis padres, pacientemente, a que los lea.

La historia de Adriano, que es a la vez la historia de un hombre y de un emperador, me atrapó de inmediato. Es probable que la deliciosa traducción de Julio Cortázar añadiera magia a una novela ya de por sí poética; aunque la lírica que desprenden las tres o quizá cuatro primeras partes de la novela deja a paso a una prosa más sobria en las últimas dos, no es por ello menos bella o incisiva.

Me ha encantado y emocionado. Yourcenar -o quizás Adriano-, con erudición, elegancia y mucha sensibilidad, nos habla de objetivos vitales, del amor y el deseo, del sufrimiento y la muerte, de moral y amoralidad, de religión y espiritualidad, de la belleza de la cultura y del arte, la adrenalina de la guerra, la pasión viajera, de la mentira y el rencor; de todo, en fin, lo que nos hace hombres. No por centrarse en transmitir un riquísimo mundo interior se olvida Yourcenar de novelar la época y los logros de Adriano, sin caer nunca en la disertación: el mantenimiento de la pax romana mediante tratados y la seguridad reforzada en las fronteras, la reorganización del derecho romano, la construcción de la villa Adriana y el Panteón, las guerras del Oriente contra los partos y la sublevación de los judíos al término de la cual se les prohíbe reconstruir el templo, permitiéndoles en cambio «lamentarse» contra al muro hoy conocido como el de las lamentaciones.

A una historia perfecta se le añaden dos apéndices. Uno es un «cuaderno de notas» breves que, en sí mismo, merece mucho la pena leer, ya que proporciona una visión del libro desde su concepción y enseña algo acerca de escribir una novela. El segundo apéndice es una bibliografía extensa y narrada; es decir, no se trata de una mera lista sino que es también un comentario y una rendición de cuentas al lector, atípica, acerca de qué es verdad, qué ficción pura y qué teoría plausible.

Ojalá haya más «Memorias de…» para leer.

escrito en francés | leído en español

LOS DETECTIVES SALVAJES – roberto bolaño

Cuando yo tenía veinte o veintiún años y devoraba poesía y novela latinoamericanas, le expresé a un amigo mi intención de leer a Bolaño. Resultó que él leía en ese momento un libro de Bolaño y, celoso de sus lecturas sin venir a cuento, como si leer los mismos títulos fuera pecado, me dijo que su mejor amigo y Recomendador Oficial de Libros, amén de excelente crítico oficioso, le había dicho que Bolaño era lo más y que no hacía falta leer ni a Borges ni a Cortázar porque ya estaban contenidos en Bolaño. Por supuesto, mi amigo no había leído ni a Borges ni a Cortázar y yo, que los admiraba con toda mi alma, le cogí una tirria inmerecida a Bolaño que me alejó de sus novelas durante años. Hay libros así, que odias porque a alguien le gustaron o le disgustaron. Algún día quizá supere mis odios y lea a Shakespeare…

A lo que íbamos. «Los detectives salvajes» es una novela abierta, formalmente experimental, estilísticamente llana -que ni mucho menos simple- y mezcla de varios registros. Y sobre todo larga, muy larga. La primera y la última parte son el diario de García Madero, un aprendiz de poeta que se junta con el grupo autodenominado real visceralista. Entre parte y parte del diario se sucede una enorme digresión contada a base de entrevistas que cubren tres continentes y unos veinte años. ¿Hay algo de Borges? Sí, algo hay, aunque ni mucho menos tanto como para que todo Borges esté contenido en el libro. Bolaño más bien parece querer despegarse de la influencia de Borges. Y de Cortázar, otro tanto.

El libro es una delicia. Da pie a la risa, a ponerse cachondo -porque al principio hay sexo para todos los gustos-; luego, a la reflexión, a la tristeza. Es surrealista. Juega con las emociones y la experiencia del lector para hilvanar los hilos que sujetan las tramas. Es mentiroso y desvirtúa la realidad cuando le parece. Al parecer, también contiene muchos elementos biográficos del autor. Es quizá una fiel realidad del Méjico de mediados del siglo XX. Porque si hay un lugar que queda retratado en el libro más que ningún otro es Méjico y, más en concreto, Ciudad de Méjico; la ciudad y sus gentes, la pobreza decente, el cambio de generación, el crecer en aquel lugar y aquella época siendo un un joven, una joven, pobre y con aspiraciones literarias aumentadas; con el ímpetu y la creencia de poder reformar el mundo -reformar la poesía- y ponerla patas arriba. Es un golpe de realidad; si en época de Bolaño el realismo mágico estaba agotado, «Los detectives salvajes» es quizá la vuelta de la magia al realismo. La magia que se agota y se da de bruces contra la realidad. El libro es una delicia.

¿Qué diría Borges? Probablemente y a la vista de la vasta extensión de la novela, que de Bolaño hubiera preferido sus relatos cortos. Pero como yo no soy Borges, diré que el libro me ha encantado. Por ponerle una pega, diré que el final me lo esperaba. Lo esperaba ya desde mucho antes; quizá desde la mitad del libro o quizá desde el comienzo de la segunda parte. Pero el final es una mera excusa. Si es que hay un final.

escrito en español | leído en español

VENTO FERIDO – carlos casares

Cuando entré a la librería en Allariz, la librera hablaba gallego con una cliente. Al llegar mi turno cambió a castellano. Podes falar galego. Eu gusto moito de escoitalo aínda que non sexa de aquí. Se disculpó; la costumbre. Uno de mis viajes del verano de 2017 me llevó a Orense. Un amigo y yo alquilamos un coche y recorrimos la provincia durante cuatro días: las termas, los monasterios, el Canón do Sil. Aproveché a  comprar un libro en gallego, siguiendo mi costumbre de leer un libro en este idioma cada año desde que M., que insistió en enseñarme la lengua durante el último año y medio de universidad, me regalara «A esmorga«.

La librera me recomendó «Vento ferido«, coincidiendo con la dedicatoria a Carlos Casares, su autor, el día de las letras gallegas de este año. El libro es una breve compilación de relatos cortos, todos los cuales son de muy corta extensión. ¡Pero qué bellos y sencillos! Me encanta su emulación del lenguaje popular, sus oraciones larguísimas donde los pensamientos, expresados con mucha sencillez y naturalidad, se entremezclan como lo harían en la cabeza de uno. Los primeros relatos hablan de violencia; los últimos, de desamor. Todos desarrollan una trama realista y rural, y todos dejan una cierta sensación de desasosiego, algo atenuada por la musicalidad del idioma.

He disfrutado mucho de todos los relatos y, si se quiere aprender la lengua, probablemente ésta sea una buena lecturada debido a su sencillez.

escrito en gallego | leído en gallego

BABIČKA – božena němcová

1478958En mayo compré este libro a mi paso por Brno, en una estupenda librería cercana a la plaza central. La protagonista, a la que todos llaman «Babička» («abuelita» o, como decimos en mi tierra, «güeli«), es una anciana cercana a los ochenta años de corazón amable, presta a ayudar a todos, profundamente religiosa y enraizada en la cultura tradicional del norte de Bohemia, donde se desarrolla la historia. Las páginas del libro nos van descubriendo poco a poco sus vivencias, las costumbres locales y las relaciones de los familiares y aldeanos entre sí, con la abuela y con la princesa y su corte germanoparlante, que habita un castillo cercano al pueblo de la abuela durante los meses de la primavera y el verano.

Realista aun bucólico, costumbrista casi sin querer y valedor de un lenguaje que, siendo arcaico, jamás se hace opresivo, este libro está considerado un clásico de la literatura checa y bastante autobiográfico, pues hay mucho en su trama y desarrollo de la vida de la autora. Me ha llamado la atención la poderosa influencia religiosa, omnipresente y en muchos casos ajena a la lector contemporáneo y, sin embargo, de algún modo amable y muy en su lugar. También la capacidad de la autora para despertar sentimientos de cariño y respeto durante la lectura.

En conjunto, creo que es una obra muy bien hilada y que, a pesar de ser decimonónica de pura cepa, puede leerse y disfrutarse grandemente hoy en día.

escrito en checo | leído en inglés

O LAPIS DO CARPINTEIRO – manuel rivas

9788483022610Amor. Es correcto decir que ésta es una novela de amor, aunque también de guerra y hasta de penitencia. Es también correcto afirmar su carácter trágico aunque -menos mal- no es una tragedia.

Esta novela está ambientada durante la represión falangista en Galicia que siguió al golpe de Estado contra la II República en 1936. Varias voces describen el terror, la prisión, los «paseos» que los falangistas daban a algunos presos, fingiendo liberarlos por la noche para fusilarlos en cualquier parte; también los odios antiguos abiertos sin medida durante la guerra, la diferencia de comportamiendo de ciertos estratos sociales, como el clero, y la vida del campesinado rural. La novela, en fin, refleja la vida social de la España de la guerra civil y la posguerra.

Yo no sabía de qué trataba la historia, sólo quería leer en gallego. ¡Es tan bonito el gallego! Nada más comenzar el libro me di cuenta de cuánto lo echaba de menos. Dio la casualidad de que lo leí en el momento indicado, justamente tras terminar las páginas dedicadas a la represión en Galicia del libro de Paul Preston sobre la guerra civil, que comentaré cuando termine.

La novela es preciosa. Posee una gran complejidad disfrazada de sencillez, tanto en la estructura como en el desarrollo del tema. Su lenguaje y metáforas la hacen a la vez cercana y memorable. Pongo la vista ahora en otra novela de Rivas: «Os libros arden mal». ¡Espero que me guste tanto o más!

escrito en gallego | leído en gallego