ESTACIÓN POESÍA 16 – vv. aa.

«Estación Poesía» es una revista literaria de la universidad de Sevilla y, hasta hace poco, me era desconocida. Se puede descargar y leer de manera gratuita en su versión digital.

He leído el número 16. Hay poemas de autores muy renombrados. Tenemos a José Emilio Pacheco, Vicente Gallego, Alejandro López Andrada, Ernesto Pérez Zúñiga… Pero a mí me han gustado más otros. Me han gustado mucho el poema «Personal» de Efi Cubero, uno sin título de Hilario Barrero, y algunos de los aforismos de Carmen Canet que, si bien no es precisamente desconocida, creo que es la primera vez que leo algo suyo.

Lo dicho, siempre es recomendable leer una revista de poesís actual que, además de ser de calidad, es gratuita.

escrito en español | leído en español

VENETIANISCHE EPIGRAMME – johann wolfgang von goethe

Goethe reunió en este volumen 181 epigramas sobre multitud de temáticas -amor, política, religión-, inspirados por la belleza y la hez de Venecia.

Entre tanta filosofía, dejes románticos e ilustrados, y poesía, destacan las palabras soeces que no pensaba encontrar en un volumen de este autor y esta época; e incluso poemas enteros. Un ejemplo: «Hättest du Mädchen wie deine Canäle Venedig und Fötzchen wie die Gäßchen in dir, wärst du die herrlichste Stadt«; que yo traduzco algo libremente pero ajustándome a los epítomes que importan, solamente para mayores de edad, como: «Venecia, si tuvieras muchachas como tus canales y coños como las callejuelas que hay en ti, serías la más señorial de las ciudades«. Otro ejemplo: «Gib mir statt «der Schwanz» ein ander Wort (…) Der Schwanz ist etwas von hinten, und nach hinten war mir niemals ein froher Genuß«; que más o menos viene siendo «En lugar de «cola» (en el sentido de «polla«), dadme otra palabra (…) La cola es algo de atrás y por atrás nunca le he encontrado el gusto«. Ay, Goethe.

Mezclando dioses griegos con putas y góndolas, Goethe habla del oficio de escritor no sin un deje de vanidad, algo dice sobre ciencia y bastante sobre Francia, que si no me equivoco estaba viviendo su revolución. Un librito entretenido, y lo sería más si el idioma no fuera una barrera; el libro tiene sus añitos y me ha costado cierto esfuerzo bregar por algunos pasajes. Hay palabras que ya no se escriben igual y, aunque la grafía de la mayoría es fácil de adivinar, empañan un poco la lectura. Luego está la puntuación, reflejo estricto de la sintaxis en el alemán de hoy y, para mí, completamente caótica en bastantes de los textos de Goethe.

En fin, un día de estos me pondré con el «Fausto» y el «Werther«.

escrito en alemán | leído en alemán

MEMORIAS DE ADRIANO – marguerite yourcenar

Aunque conocía este libro desde hacía mucho, me acerqué a él por recomendación de mi padre, lector acérrimo de novela histórica y las buenas biografías. Así es que lo preferí a los muchos otros títulos que espera en casa de mis padres, pacientemente, a que los lea.

La historia de Adriano, que es a la vez la historia de un hombre y de un emperador, me atrapó de inmediato. Es probable que la deliciosa traducción de Julio Cortázar añadiera magia a una novela ya de por sí poética; aunque la lírica que desprenden las tres o quizá cuatro primeras partes de la novela deja a paso a una prosa más sobria en las últimas dos, no es por ello menos bella o incisiva.

Me ha encantado y emocionado. Yourcenar -o quizás Adriano-, con erudición, elegancia y mucha sensibilidad, nos habla de objetivos vitales, del amor y el deseo, del sufrimiento y la muerte, de moral y amoralidad, de religión y espiritualidad, de la belleza de la cultura y del arte, la adrenalina de la guerra, la pasión viajera, de la mentira y el rencor; de todo, en fin, lo que nos hace hombres. No por centrarse en transmitir un riquísimo mundo interior se olvida Yourcenar de novelar la época y los logros de Adriano, sin caer nunca en la disertación: el mantenimiento de la pax romana mediante tratados y la seguridad reforzada en las fronteras, la reorganización del derecho romano, la construcción de la villa Adriana y el Panteón, las guerras del Oriente contra los partos y la sublevación de los judíos al término de la cual se les prohíbe reconstruir el templo, permitiéndoles en cambio «lamentarse» contra al muro hoy conocido como el de las lamentaciones.

A una historia perfecta se le añaden dos apéndices. Uno es un «cuaderno de notas» breves que, en sí mismo, merece mucho la pena leer, ya que proporciona una visión del libro desde su concepción y enseña algo acerca de escribir una novela. El segundo apéndice es una bibliografía extensa y narrada; es decir, no se trata de una mera lista sino que es también un comentario y una rendición de cuentas al lector, atípica, acerca de qué es verdad, qué ficción pura y qué teoría plausible.

Ojalá haya más «Memorias de…» para leer.

escrito en francés | leído en español

LOS ENAMORAMIENTOS – javier marías

Contrariamente a «Corazón tan blanco«, novela que me atrapó irremisiblemente desde el primer párrafo, empaparme de la historia de «Los enamoramientos» me ha resultado trabajoso. Historia que, por lo demás, podría contarse en dos patadas si no fuera porque no vale gran cosa sin la envolvente que, en capas sucesivas y superpuestas, nos desvela el pensamiento de la narradora, testigo imparcial primero y personaje después, de la historia que narra.

El mecanismo subyacente en la novela es extraño. Una novela convencional engancha más cuanto más ignora el lector, jugando con el elemento sorpresa, y más cuando se trata de un thriller psicológico. Aquí no; cuanto más he ido sabiendo y descifrando -y tampoco hay mucho que saber o descifrar-, más me ha ido gustando, hasta llegar a un punto en que pude decir: ahora sí, ahora sí la considero una buena novela. Pienso que esta sensación es resultado del método narrativo, centrado en desentrañar los pensamientos de la narradora según se le pasan por la cabeza. Acaso sea también parcialmente involuntario; es decir, Marías puede haber buscado el elemento sorpresa conscientemente sin saber que, por carecer de él, la narración gana interés en lugar de perderlo. Esto es difícil de decir e importa poco.

La historia en sí es tan fácil de explicar que es mejor no hacerlo. Diré solamente que los personajes principales son cuatro y que hay vínculos afectivos entre ellos, los cuales llevan a una suerte de filosofía del enamoramiento y del duelo. Para mí, no es ése el punto fuerte de la novela, tan lóbrego a lo largo del relato, sino el desenmascaramiento de la mezquindad y el egoísmo, cotidianos vulgares que ponen del revés nuestros valores a la mínima de cambio y sin apenas questionamiento interior ni agitación. Aquí me detengo, y quien quiera leer, que lea.

escrito en español | leído en español

UNSTERBLICH SIND DIE LIEBENDEN – klaus kühl

La única razón por la que he leído este libro es porque lo encontré a punto de ser tirado a la basura. Le eché un vistazo, me pareció un alemán no demasiado complicado y lo guardé hasta alcanzar un manejo del idioma que me permitiera no solamente entenderlo, sino también disfrutarlo. Así ha sido. Un año después puedo decir que he leído mi primer poemario en alemán, que lo he entendido, sí, pero también disfrutado, y que me ha gustado.

El poemario trata de temas universales: el amor, el desamor, la muerte, la soledad y el sentido de la vida. ¿Muy denso? Pues no, porque la poesía es sencilla y salvo unas pocas palabras cultas que me han mandado al diccionario, donde he encontrado los significados precedidos por la abreviatura «elev.» de «lenguaje elevado», los poemas son muy fáciles de leer y de seguir; la lírica también ayuda, pues Kühl usa la rima y la aliteración con frecuencia.

A decir verdad, algunos poemas son algo ñoños y han sido tratados por muchos otros autores con más originalidad. El tono de los primeros poemas es alegre o neutro, pero después se vuelve bastante deprimente y se abusa de metáforas tomadas de la naturaleza, de lugares comunes y de palabras manidas. Los últimos poemas muestran una cierta actitud de sufridor que debe continuar encarando el futuro pese a todos los golpes. Quizá, en el fondo, no sea tan diferente de la poesía de Leonard Cohen. Qué puedo decir, no sé si el libro me ha gustado más por los poemas en sí o por la euforia de poder leer poesía en alemán; pero me ha gustado.

escrito en alemán | leído en alemán

THE POETRY REVIEW 105:3 – vv.aa.

En junio me eché la mochila al hombro, compré un billete de ida a Trieste y otro de vuelta desde Dubrovnik, y pasé buena parte del mes mochileando por los Balcanes, conociendo varios de los países que formaron la antigua Yugoslavia. En mi mochila, no muy grande, decidí meter un grueso volumen de relatos cortos, pensando que por fin tendría tiempo para sentarme a leer a gusto, una vez terminada cada jornada. Nada más lejos de la realidad. He descubierto que la expresión «viajar solo» es un mero eufemismo tras el cual se oculta una inmensa cantidad de gente; estar solo es, de hecho, casi imposible, y uno ha de hacer un verdadero esfuerzo para estarlo. Así que, al final, únicamente abrí el libro en mi viaje de ida y en el de vuelta, y ahora está sobre la mesa mirándome, esperando a que algún día lo termine y lo comente en esta humilde bitácora.

Al volver dejé aparcado los relatos para terminar este número de «The Poetry Review«, una revista británica que aúna pequeñas antologías de poetas emergentes, algún ensayo, críticas poéticas realizadas por poetas y una serie de críticas profesionales sobre libros de publicación reciente. He de decir que no me he molestado en leer a fondo las críticas profesionales, aunque sí me he interesado por las de los poetas y, de hecho, he encontrado reflexiones interesantes sobre traducción en el comentario de Sarah Howe acerca de la poética de Peter Streckfus, así como en el ensayo de Sophie Collins sobre versiones anglosajonas de poesía oral afgana.

Sobre los poemas en sí, de todo hay, y no todo de mi gusto, aunque mi gusto poético es quizá algo restringido. Dos poemas me han llamado la atención poderosamente: El primero, «The Last of the Handshakers» de James GiddingsI am the last and I will shake everyone´s hand: / the smooth, the calloused, even those with an allotment / of oniony warts sprouting at the webs of their fingers«), que contiene una reflexión -o del que yo extraigo una reflexión- muy interesante sobre ciertos comportamientos sociales considerados cívicos; y «Hermes«, de Julian Stannard, un poema sobre homosexualidad y abuso donde la maldad no queda clara o al menos no se vocea («Uncle Billy says if you´re feeling horny / you need to act on it and the beaches are / driving me nuts. He doesn´t mind I’m into girls«).

Es posible que vuelva a comprar esta revista. Echo de menos más poemas y de más algunas críticas, aunque, dado el título de la publicación, esperar otra cosa sería engañarse.

escrito en inglés | leído en inglés

BRIDE OF ICE: NEW SELECTED POEMS – marina tsvetaeva

A. me recomendó leer  a Tsvetaeva y yo, que jamás había oído hablar de ella, le pedí que me prestara algún libro. Pero A. es italiana y yo no hablo italiano, así que la cosa quedó ahí. Apenas unos pocos meses después y de pura casualidad, me topé con esta antología en inglés cuya traducción, además, viene avalada por por la Poetry Book Society.

Los primeros poemas no me gustaron. Tsvetaeva comenzó a escribir muy joven y pronto se hizo un nombre en su Rusia natal. A mí todo me resultaba complicado en sus poemas; me parecían un batiburrillo de imágenes y figuras con, además, multitud de referencias a cuentos y leyendas rusas acerca de las que no sé nada. Mi impresión es que había demasiado; demasiado de todo, demasiada ficción y demasiados saltos. Así, en general.

La traducción no ayudaba y me empecé a preguntar por qué venía recomendada por la Poetry Book Society, así que me puse a leer las notas de traducción que aparecen al comienzo y al final del libro. Fue un acierto. Aunque no son ni mucho menos extensas, el mero hecho de entender que la métrica y muchos de los efectos poéticos de Tsvetaeva tiene la sintaxis como base, ayuda. Recordé que el ruso tiene 6 casos gramaticales y esto es imposible de traducir al inglés. Además, por lo que sé de otros idiomas eslavos, es probable que sea muy versátil, de manera que el orden de los sintagmas es increíblemente flexible y cada organización predispone una impresión estética distinta. Esto, de nuevo, es intraducible al más rígido inglés en muchos casos. Había más, y lo leí todo. Después leí la biografía de la autora (muy interesante) y volví a la lectura de sus poemas con una comprensión y una paciencia mayores.

Y se obró el milagro. Poco a poco me fueron gustando más. He de decir que no disfruté demasiado con «On a Red Horse«, ciclo poético de uno de cuyos versos se extrae el título del libro. Me sorprendieron, aunque no me gustaron mucho, los poemas extraídos de «Girlfriend«, que fueron escritos entre 1914 y 1915 y abordan el amor lésbico. Sí disfruté, y mucho, con los ciclos poéticos «Poem of the Mountain«, «Poem of the End» y «Poems to a Son«,  y con el poema suelto «An Attempt at Jelousy», que me parecieron lo mejor de esta antología. Los dos primeros ciclos y el poema suelto hablan del final del amor, del sentimiento de pérdida y de las ganas de volver a algo que ya no está. Creo que Tsvetaeva fue una maestra en transmitir estos sentimientos. Acaso escribiera para purgarlos.

escrito en ruso | leído en inglés

SEÑAS DE IDENTIDAD – juan goytisolo

Cuando comencé a leer este libro Juan Goytisolo vivía. Yo no había leído nada suyo y su nombre resonaba en mi cabeza desde hacía tiempo. Leí, en alguna parte, que «Señas de identidad» abordaba el tema de la emigración y me puse a leerlo. La primavera iba dando paso al verano y comenzó una época intensa, un verano todavía no terminado cargado de viajes, de reencuentros y caras nuevas, pero también de despedidas amargas y de ansiedad. Terciado el libro, decidí cambiarlo por una lectura más ligera en mi viaje a República Checa a comienzos de junio; después lo seguí posponiendo en mi periplo por media Europa y no ha sido hasta recientemente que lo he abordado con las ganas que merece.

Se trata de un libro complejo y oscuro. Atractivo por su formalismo experimental (aquí, de nuevo, mi cabeza se llena de referencias al juego entre las dos partes de la «Rayuela» de Cortázar y a la idea de la yuxtaposición literaria que Kundera describe en «El arte de la novela«; libros los dos de mi etapa universitaria que me dejaron honda impronta), es sin embargo vago en la delimitación de su argumentación. En ese sentido huye de la novela en sí y, con todo, no destruye completamente el concepto de la idea de fondo y de la secuencialidad novelesca, aunque sí las retuerce cuanto puede.

Para mí, lo más difícil y lo más interesante del libro ha sido la mirada permanente a España desde el punto de vista de quien reside en el extranjero. Muchas veces me he sentido identificado con la experiencia de estar fuera, con la que ya había conectado en aquel «Season of Migration to the North» de Tayeb Sali cuya trama, a pesar de todo, apenas recuedo; la experiencia de hablar de España con los que se encuentran en situaciones similares a la tuya; y con la experiencia de volver, como quien dice, de turista. Esto es, probablemente, el fondo del libro y el poso que deja en quienes comparten experiencias similares. Y a pesar de todo, el libro es denso y aburre y enardece y poco a poco, a ratos, te impide despegar los ojos de sus párrafos; a veces te sacude con inserciones de textos completamente ajenos a la ficción y otras languidece con largos monólogos en lenguas extranjeras. Un libro cuanto menos curioso, hijo de su tiempo y, aún así, siniestramente vigente.

escrito en español | leído en español

EL LOBO ESTEPARIO – hermann hesse

Raro de narices: esta impresión me he llevado mientras leía este relato surrealista y fantástico. Con su no saber por dónde avanzará el hilo argumental y su patetismo, comenzó gustándome más bien poco. Sólo continué la lectura empujado por su prosa sencilla y los pocos puntos luminosos en la larga secuencia gris del relato. De repente, todo comienza a cambiar y el tedio de la vida se mezcla con la novedad, la fiesta y la bacanal, para terminar en un espectáculo ciertamente surrealista que explora la forja de la personalidad y las múltiples posibilidades que tiene el ser humano para conducir la propia vida y sentirse satisfecho de ella, con sus bondades, sus consecuencias y sus vicios; vivir, al cabo.

Mucho me ha recordado a otros libros, o quizá sea al revés y sea Hesse, ampliamente leído durante el siglo XX, el que ha escrito obras influyentes. Las referencias a los inmortales me han recordado al relato breve homónimo de Borges, donde Homero y otros grandes campan en un paraje surrealista; el teatro mágico de El lobo estepario tiene un aire al aleph de El Aleph, también de Borges, y la dualidad entre Harry y Armanda, lo culto y lo inculto, la represión interna y la manera sencilla de entender el mundo, tiene su eco en la Rayuela de Cortázar; también ese diálogo interno acerca de las motivaciones del suicidio suena a algo conocido, a El mito de Sísifo de Camus. Sospecho que, de conocer mejor a Nietzche, encontraría también referencias a su obra.

Quizá se trate, ante todo, de una novela psicológica que explora la formación de la personalidad y su carácter cambiante. Libro hijo de su tiempo y de una ideología anti-nacionalista, critica duramente a la burguesía, la sociedad y el nacionalismo alemán. Es, a fin de cuentas, un libro difícil de resumir y de difícil asimilación pese a la claridad con que las ideas están expuestas y a lo fácil que resulta leerlo. Incluso, sorprende que un libro de contenido tan denso sea tan sorprendentemente fácil de leer. Quizá todo el mundo debiera leerlo.

escrito en alemán | leído en español

AHORA ES LA NOCHE – carlos alcorta

gdDividido en cuatro partes de títulos sugerentes, veintinueve poemas semejantes en forma y estilo narran las contradicciones de un hombre. Escribo narran porque su estilo, alejado de rimas, rico en encabalgamientos y términos tomados del argot científico, se asemeja a la prosa; escribo un hombre porque un buen número de poemas se ocupan del yo particular del autor, bien que otros se abran, al final, a un hombre más abstracto y universal.

Es la primera vez que leo algo de Alcorta y lo he hecho siguiendo una recomendación. El tono intimista de los poemas me ha gustado. Algunos me han parecido demasiado oscuros, a mí, que huyo de lo oscuro y busco la luz; otros, sin embargo, contienen mensajes más amables. Quizá la palabra que mejor describa el poemario es la contradicción, aceptada como propia y descrita como medio para entenderla. Como crítica, porque apenas hay lecturas sin críticas, no he podido fijarme en las rimas internas no planificadas, que a veces despuntan en un texto que evita la rima. Me pregunto si los otros libros del autor seguirán un patrón similar, o variarán en forma y contenido.

escrito en español | leído en español