THE ESSENTIAL CHOMSKY – noam chomsky

Chomsky resuena en los círculos interesados en la lingüística y el aprendizaje de idiomas, y fue así como lo conocí. Sin embargo, solamente conocía sus razonamientos reinterpretados por otros. Este año vi esta antología ensayística de su obra, organizada por Anthony Arnove, en casa de un amigo, y poco después me topé con ella a 3,5 libras en una tienda de Sheffield. ¡Tuve que comprarla, claro!

El libro me ha sorpendido en muchos más aspectos de los que esperaba. Conviene decir que el estilo de Chomsky es denso y grave, pero que la ironía y el interés que despiertan sus ensayos contrapesan esas cualidades.

La estructura sigue un orden cronológico que mezcla ensayos lingüísticos y políticos. Aunque compré el libro por los primeros, conocía la faceta activista del autor; pero a los ensayos políticos volveré más adelante. Después de leer los ensayos lingüísticos de Chomsky, entresaco que intenta poner los cimientos para una ciencia lingüística, relacionada con la biología sobre la base de que la capacidad de expresar pensamientos mediante el lenguaje es inherente al ser humano y, por tanto, ha de haber algo en nuestros genes que nos predisponga a aprender idiomas, sean éstos cuales sean, bajo unos parámetros desde los cuales todos los idiomas habidos y por haber deberían poder deducirse: la «gramática universal». Parámetros sobre las que, por cierto, las gramáticas que conocemos poco podrían decirnos. Chomsky no da respuestas sino que propone preguntas y dibuja posibles planes de investigación regidos por el método científico, al tiempo que critica las conclusiones precipitadas que se basan en extrapolar a humanos los resultados de estudios ya realizados en animales. Todo esto me ha sorprendido muchísimo y se parece poco a lo que esperaba leer.

Las mayores sorpresas me las he llevado con los extensos comentarios políticos que, aunque fundamentalmente pacifistas, pueden leerse también fuera del activismo antibelicista, porque se dedican a explicar claramente las razones por las que los Estados Unidos ha intervenido en diversos conflictos internacionales desde 1945. Es decir, hacen hincapié en por qué estas razones son válidas para la mayor potencia global e inválidas para el resto de la comunidad internacional, sin entrar a valorarlas (a pesar de Chomsky claramente se opone a ellas). Los pasajes sobre Israel, Vietnam, Turquía, Timor del Este, Nicaragua, Colombia e Iraq son de una potencia tremenda, revelan la manipulación de la opinión pública y dan muchísimo que pensar.

Aunque no puedo valorar si este libro es un buen resumen del pensamiento de Chomsky, sí puedo decir que he aprendido mucho de sus ideas y que me ha dado herramientas para valorar a la prensa en el día a día. Un buen libro

escrito en inglés | leído en inglés

SAPIENS – yuval noah harari

Hace unos años, mi madre me recomendó leer «Sapiens. De animales a dioses. Una breve historia se la humanidad«. Y como mi madre y yo tenemos gustos literarios parecidos y nos solemos prestar libros, he terminado por leerlo.

Las primeras páginas me parecieron un resumen somero y superficial de «Armas, gérmenes y acero«, el libro genial de Jared Diamond que me impresionó tanto y me hizo mirar el mundo de otra manera hace ya una década. Pronto, «Sapiens» introduce la psique humana como una variable fundamental, argumentando que la capacidad humana de generar pensamientos abstractos y de aceptarlos colectivamente es el motor de la historia desde hace al menos 70.000 años, ya que está detrás de toda estructura social, política y religiosa. Hasta la lectura del ensayo de Harari, pensaba que todo el que llamara a Diamond determinista (es decir, que la genética, la geografía y los factores ambientales determinan el desarrollo de las sociedades humanas) no había leído sus libros en profundidad; pero ahora entiendo cuán diferentes pueden ser otras perspectivas, incluso sin renunciar al impacto del determinismo.

«Sapiens» repasa la historia humana centrándose en las principales entidades abstractas que han sido ampliamente aceptadas y han revolucionado así nuestro mundo: la agricultura y su consecuencia, los asentamientos permanentes; el dinero; las religiones; el imperialismo; las teorías económicas, incluido el capitalismo; la ciencia. La historia humana concreta y puntual queda subordinada a este argumento y se convierte en mero ejemplo de éste. Nótese, pues, que este libro es un ensayo histórico y no un libro de divulgación histórica o un mero conjunto de hechos. Más importante aún: el libro está escrito desde una perspectiva occidental contemporánea y se pregunta si los sucesivos desarrollos históricos han contribuido a mejorar o a empeorar la felicidad de nuestra especie y de aquellas otras especies subordinadas a la nuestra. Si el famoso libro de Diamond pugna por la valided de «ensayos históricos», selectivos y observables, para convertir la historia en una ciencia, el también famoso libro de Harari propone el estudio de la historia en términos de bienestar emocional.

Al término del libro se plantean preguntas de naturaleza ética acerca de los últimos desarrollos científicos y tecnológicos de la humanidad que, según Harari, podrían convertirnos en una especie diferente y sustituir las leyes naturales por las del diseño inteligente.

Me ha parecido un libro muy actual, interesante, fácil de leer y que genera preguntas válidas. Es mucho menos denso que el libro de Diamond. Aunque quizá eso lo haga «menos científico», lo hace ciertamente más accesible. La edición española me ha parecido, en general, muy buena, aunque le pongo alguna pega pequeña a la traducción de Joandomènec Ros, que parece hacerse desde el inglés y no desde el original hebreo. En varias ocasiones, traduce «nuts» como nueces; aunque «nut» significa nuez en inglés, muchas veces «nuts» toma el significado más amplio de «frutos secos», y ciertamente esto es lo que el autor, por contexto, quería decir. Next: el verbo «medrar», utilizado también varias veces. Cada vez que lo leía me venían a la memoria los últimos versos del segundo acto de «La vida es sueño«; creo que la palabra ha ido cayendo en desuso desde aquel «…sueña el que a medrar empieza» del siglo XVII. Alguna otra cosilla he visto que me ha llamado la atención, pero no lo suficiente como para acordarme.

En general, recomiendo la lectura de «Sapiens» en cualquier idioma (la edición española es muy buena y mis comentarios los resalta simplemente el contraste con el resto, impecable). En casa está «Homo deus«, continuación argumental que en algún momento también leeré.

escrito en hebreo | leído en español

WUNDERBARE JAHRE – sibylle berg

«Wunderbare Jahre. Als wir noch die Welt bereisen» es una colección de recuerdos viajeros, de impresiones de medio mundo. En total, diecinueve escritos cortos ilustrados ocasionalmente con interesantes dibujos a blanco y negro de Isabel Kreitz. A cada pieza se le agregan uno o varios apéndices a modo de postdatas que buscan impactar al lector con los contrastes de un mundo globalizado. A un viaje en tren para ricachones, atentados terroristas; a las estaciones de esquí en Suiza, el peligro de avalanchas que incomunican valles enteros durante meses; inundaciones, deforestación, cambio climático, colonización y contaminación son la cara de la moneda opuesta a las experiencias de la autora en diversos puntos del planeta, no siempre positivas pero casi siempre esperables, mientras recorre el mundo como turista o exploradora y experimenta diversas formas de viajar.

Se trata de un libro interesante, diferente y más actual de lo que suele caer en mis manos. El sistema de las postdatas se hace un poco repetitivo al admitir escasa variación. Hay también una omisión importante. En una sección dedicada a atentados terroristas en trenes se omiten los atentados de Madrid. Dadas las fechas, los lugares y las víctimas de los atentados descritos, se hace imposible imaginar qué llevó a la autora a obviarlos, y es difícil creer que fuera el desconocimiento debido a su magnitud.

El estilo es interesante. Sibylle Berg es dramaturga y quizá haya algo de teatro en este libro también. Es muy accesible sin renunciar a la buena literatura, bastante crítico y, a veces, plagado de anglicismos. Quizá debería tratar de leer alguna de sus piezas para teatro.

escrito en alemán | leído en alemán

CATCH-22 – joseph heller

¿Qué tienen los libros de los que no sé nada para atraparme? ¿Será la falta de expectativas? Éste, en concreto, me ha parecido fabuloso y lo recomiendo encarecidamente. Recomendación por delante: la historia.

La historia sigue a un grupo de aviadores estadounidenses destacados en Italia durante la Segunda Guerra Mundial. Aunque la novela toma sus distintos puntos de vista, se centra principalmente en Yossarian. Yossarian tiene miedo, todo el mundo cree que está loco y, además, ¿qué tipo de nombre de mierda es Yossarian? Sus compañeros bien se ríen o se desesperan cuando Yossarian intenta convencerles de que lo quieren matar. En una guerra, razonan, y todo el mundo quiere matar al enemigo; pero eso, en opinión de Yossarian, es un argumento a su favor.

Con ésta y otros sofismas se abre una historia desternillante de humor absurdo, basada en una serie de escenas de lo más divertido -un muerto que no existe, la entrega de una medalla a un soldado desnudo, aventuras de prostíbulo, un chiringuito para comprar huevos a siete céntimos y venderlos a cuatro-, contadas astutamente de manera no lineal. Según la trama avanza o retrocede, las escenas van adquiriendo algo de luz; la risa pasa a ser sonrisa y se convierte en dolor cuando el lector entiende que detrás de esas escenas que, al principio, parecían tan absurdas y ligeras, se esconde una crítica terrible al sistema, a la guerra, a la corrupción y al egoísmo de unos pocos que, por capricho o ambición, provocan el mal de muchos.

Hay mucho cinismo y humor de mal gusto en esta novela exquisita y ligera, pese a su profundidad disimulada y un vocabulario que, en ocasiones…; pongo ejemplos: lackadaisical, embezzlement, otiose, argosy, obstreperously. Pues eso. A pesar de la llovizna de cultismos, casi todo el libro -excepto cierto capítulo en Roma- evita la densidad argumentativa y la narración farragosa, confiando en la efectividad de diálogos sencillos y del humor ácido que recorre el libro para hacer calar su mensaje en el lector de manera gradual.

¿Está Yossarian loco o lo están todos los demás?

escrito en inglés | leído en inglés

INVISIBLE CITIES – italo calvino

En primero de carrera, un profesor del que guardo buen recuerdo seleccionó algunos capítulos de “Las ciudades invisibles” como lectura obligatoria, con el objetivo de abrir nuestras mentes a diferentes formas de pensar en el funcionamiento de las ciudades -más allá de clichés y obviedades- y, por ende, de cómo la vida humana se refleja en ellas y de cómo las ciudades pueden dar forma a nuestras vidas.

Aquel año traté de encontrar el libro en papel, sin éxito. No ha sido hasta este mes que, encontrándolo a precio rebajado a causa del largo cierre por la pandemia, lo he comprado y leído.

Me ha parecido maravilloso y ha confirmado a Italo Calvino como uno de mis escritores favoritos. En este blog comenté hace ya bastante “Si una noche de invierno un viajero…” Este libro es, también, bastante experimental, pese a que su estructura de pequeñas secciones engarzadas en una historia general es muy antigua y recuerda a “Las mil y una noches”. Marco Polo narra sus viajes por las ciudades del mundo al gran Kublai Khan. Sus ciudades son abstracciones que atraen la atención sobre una particularidad: un dato geográfico, un edificio, un elemento urbano; esto, a su vez, refleja un comportamiento humano y conlleva una reflexión sobre éste y sobre cómo se ve reflejado en la ciudad. A través de elementos singulares y específicos, Calvino trata siempre de temas colectivos y universales.

Aunque, por supuesto, la filosofía estremece, es la narración la que engancha. La prosa limpia, la estructura clara y la maestría de querer siempre leer el capítulo siguiente sin necesidad de echar mano de golpes de efecto con giros de guión y sobresaltos. Una delicia de libro, y quizá el tipo de libro que relea en el futuro, algo que hago con escasísima frecuencia.

escrito en italiano | leído en inglés

LA MONTAÑA MÁGICA – thomas mann

Ésta es la historia de una panda de zánganos que pierden el tiempo en un sanatorio.

No, en serio.

En serio. El señor Mann hubo de tener una experiencia traumática en su visita a un sanatorio suizo, en Davos para más señas -lugar extraño, o quizá muy adecuado, para el Foro Económico Mundial que allí se reúne-, para escribir casi 1050 páginas sobre un montón de burgueses infantiles, vanos e inútiles que comen, descansan en una tumbona -oh sí, esa tumbona de la portada-, pasean durante diez minutos, vuelven a comer, descansan, comen, pasean durante veinte o treinta minutos, descasan, comen, descansan, comen y duermen, y que cuando intentan mantener una conversación sobre los temas más variados y profundos que la filosofía y la teología han parido, los argumentos grandilocuentes se mezclan de tal manera que no hay forma de sacar nada en claro y que, cuando parece que por fin sacas algo en claro, el narrador te dice que en realidad está todo mezclado. Pero bueno, tú sigues leyendo porque, en el fondo, la narración se deja leer y la historia tiene algo de interesante y no-pude-ser-siempre-igual. En efecto, cambia. Lentamente. Muuuuy lentamente. Y cuando parece que va a suceder algo, te lo cuentan en francés porque, claro, la buena sociedad habla de temas pudorosos en francés. Y te encuentras leyendo 15 páginas en francés, idioma que no entiendes, preguntándote por qué maldita razón no te habías lanzado con el original en alemán, si total ibas a entender lo mismo.

Ay, señor Mann, cuánto me gustó su «Muerte en Venecia«. Claro que en aquella época yo estaba interesadísimo en la estética como disciplina filosófica, tema en que su libro incidía sin yo saberlo. A «La montaña mágica» me he acercado sin prejuicios y como aquella primera vez, desconociendo su argumento. Sabía que encontraría disquisiciones de índole filosófica, casi diría ensayística; pero no creía que fueran embrolladas y contradictorias, sino  claras y con un objetivo relativamente claro. Pues no, parece que la intención era la opuesta. Muy bien, riámonos pues. Nos podemos reír una vez o dos (me reí una vez o dos), ¿pero cuántas veces son mil páginas?

¿De qué trata esta montaña del libro? Pues trata del tiempo, así en abstracto y si te atragantas, bebe agua. Es un muy buen tema y, francamente, está bien conseguido. Pero no sé si justifica tamaño volumen. Me parece que García Márquez logró una buena concepción del tiempo en «Crónica de una muerte anunciada«; me parece también que, sobre la relación entre el tiempo y la memoria, Borges hizo un trabajo exquisito con «Funes el memorioso«. Este último relato me vino a la mente al leer cierto párrafo de «La montaña mágica». Me pregunto si el cuento, publicado con posterioridad a la novela, estuvo inspirado por ese párrafo.

Menuda relación de amor-odio he desarrollado con este libro. Aunque he querido resaltar lo que me ha sacado de quicio, en el fondo -a veces muy en el fondo- «La montaña mágica» me ha gustado. Está repleta de ironía, a ratos hace pensar, a ratos engancha y cuando no, desespera; pero dejemos eso aparte.

Quiero comentar dos cosas más: la imagen de España en el libro y la traducción.

España está sobrerrepresentada en el libro en comparación con otros países, y sin embargo jamás se habla de ella de primera mano. España, para Mann, no es un país sino una metáfora de los valores caducos y retrógrados de Occidente. Sin embargo, las acusaciones son veladas la mayoría de las veces; no quedan claras, no hay personajes principales que encarnen los valores asociados a España plenamente; cuando parece que los hay, entendemos que su relación con España es muy indirecta y que tergiversan sus valores a conciencia. Cuando parece que estos valores son objeto de burla, por fuerza se respetan.

La traducción es la de Isabel García para Edhasa. No me cabe duda de que ha hecho un buen trabajo y de que el libro se lee con facilidad; creo que ése era el objetivo de la nueva traducción: acercar esta historia al lector moderno. He ojeado algunas críticas, tanto buenas como malas. No conozco ninguna otra traducción de esta obra y no he leído el texto original, de manera que no puedo opinar en ese sentido. En general, la traducción me ha parecido buena, y ha conseguido soslayar problemas difíciles que tienen que ver con la fonología y la manera de funcionar del idioma alemán, como el tuteo y otros temas que son recursos importantes en el libro. Y sin embargo, la traducción chirría, en concreto durante las primas y últimas 200 páginas, por alguna razón. Me explico. Aparte del error aislado aunque garrafal del «o otra vez» (página 796), hay elecciones gramaticales extrañas. Casi no se notan y, sin embargo, me hicieron detenerme en la lectura. Por ejemplo, en oraciones largas con varios sustantivos de referencia, se hace concordar a un adjetivo en género o número con un sustantivo que, en principio, no parece lógico aunque sea gramaticalmente aceptable. Algunas (aunque muy pocas) elecciones semánticas también me han parecido raras; por ejemplo escribir «no tenía vigor» en lugar de «no tenía vigencia» o «no estaba en vigor». Cierto es que mil páginas son muchas y que por otro lado la edición está cuidadísima y prácticamente está libre de erratas.

Pero no pretendo aburrir a mis lectores y este artículo ya es demasiado largo. En suma, ahora entiendo aquello de Borges sobre preferir las obras cortas a las largas, incluidas las de los mejores escritores. «La montaña mágica» me ha gustado, me ha entretenido y la considero además una obra ideal para el confinamiento. Confinado en casa, casi te puedes sentir como un visitante del sanatorio. Sin embargo, creo que disfruté mucho más de «Muerte en Venecia«, que leí hace ya once años. Creo que esto se debe a mi mayor interés sobre los temas tratados, pero también por la claridad de la narración y por la extensión de la obra.

escrito en alemán | leído en español

CAMPOS DE CASTILLA Y OTROS POEMAS – antonio machado

Vuelta a la poesía, un género que significa mucho para mí y que tengo, sin embargo, bastante abandonado. Me gustaría leer más autores contemporáneos, encontrar más obras que sean de mi agrado; lo cual, especialmente en poesía, es difícil. He terminado por volver a nuestros clásicos.

De Antonio Machado (porque, claro, hay otro Machado) había leído únicamente poemas sueltos, ¡como de tantos otros! Esta antología es mi primer acercamiento en profundidad a su obra. El Antonio Machado que yo tenía en mi cabeza era más risueño y apacible, anclado a la tierra y a las gentes sencillas. De eso hay mucho, claro; pero también hay oscuridad, pena y religiosidad, algo que no sospechaba -o no había apreciado de pequeño- en sus poemas.

Leer esta antología es sencillo. Las imágenes son claras y las referencias cultas, aunque existen, son por lo general muy conocidas. La rima es también sencilla y el lenguaje, salvando la antigüedad de sus poemas, no es difícil. Para mí, aunque todos sus poemas tienen valor, son mejores los proverbios y pequeñas canciones, poemas cortos muy condensados que dejan una sonrisa o invitan a pensar. Juzguen, lectores, vosotros mismos, ¡y recomiéndenme autores contemporáneos de calidad similar si conocen alguno!

escrito en español | leído en español

ANNA KARÉNINA – lev tolstói

1144 páginas. Punto y a parte.

Impresiones positivas: Muchas. La facilidad y ligereza de la lectura, el salto de narración entre tramas complementarias, de manera que ninguna llega a hacerse pesada. Ante todo, la complejidad psicológica de los personajes -sus intransigencias, sus debilidades, pasiones e innumerables pequeñas faltas y contradicciones-, el ansia ante el qué dirán y el qué haré, la preocupación por los temas más diversos, aquellos que nos sobrevuelan a todos en algún momento, explicados de la forma más sencilla y humana y, claro, la vigencia temática de esta aproximación. El realismo en estado puro, universal, que desprende la novela y atrapa al lector, centrado en las pequeñas desgracias y alegrías del día a día y del conjunto de los días al mismo tiempo que, para mí, es el punto más fuerte y la esencia misma de la novela.

Impresiones neutras: Algunas, porque hay cosas que no parecen suficientemente explicadas y que, sin embargo, una vez explicadas aportarían muy poco al fondo de la novela. La falta de contexto histórico e incluso, a veces, social. Un ejemplo: de no ser aficionado a la historia nunca habría adivinado que la mención de pasada a Montenegro se refiere a la revuelta de los montenegrinos contra los otomanos. Otro: de no haber visitado Karlóvy Vary, conocer su antiguo nombre alemán -Carlsbad- y haberme relacionado con checos, probablemente no habría podido identificar el lugar y comprender la importancia que esta ciudad balneario tenía y tiene para la alta sociedad rusa. Sin embargo, nada de esto afecta de veras la comprensión del libro. Otro rasgo del libro que me ha causado cierta impresión es el uso de paralelismos; mientras que algunas veces iluminan la narración, otras presuponen una estupidez del lector que la afea.

Impresiones negativas: La traducción terrible y plagada de errores tipográficos de Feedbooks. ¡Por favor! Acaso, también, el final de la parte séptima del libro, generador de cierto malestar, y la falta de recursos estilísticos generadores de tensión que, en cuanto a la transmisión eficaz de sentimientos humanos poderosos, ya estaban disponibles en época de Tolstói tal y como puede verse en «Cumbres borrascosas«.

Pero…, ¿de qué trata «Anna Karénina» (o «Ana Karenina«)? Unas veces de religión y otras de moral; también de la decadencia aristocrática, de las ideas en boga que llevaron -aunque eso el autor no podía saberlo- a la Revolución de Octubre; de Rusia, la urbana y cosmopolita y la rural y campesina; de las instituciones sociales que pueden tanto ayudarnos como aprisionarnos -la familia, la sociedad próxima de cada cual, el matrimonio, la iglesia-, las obsesiones individuales, la descendencia, la riqueza o la falta de ella; las diferentes actitudes ante la vida. Trata de personas con ideas, problemas y proyectos de futuro. Trata de Ana, una mujer inmersa en su propia red de incoherencias y contradicciones con quien es imposible no simpatizar y desesperarse.

1144 páginas recomendables si se leen con paciencia y ahínco, que apelan a los sentimientos, consiguen describir la razón mejor que el corazón y, si transmiten algo, es el vaivén y la zozobra de ambos, que el lector comprenderá en función de lo ya vivido.

escrito en ruso | leído en español

DIE MÄRCHEN – hermann hesse

Además de novelas como El lobo estepario y Siddharta, Herman Hesse escribió cuentos para niños, algunos bastante largos y que, aunque están escritos a la manera de los cuentos de hadas, con grandes dosis de fantasía, y tramas y ejemplos que buscan entroncar con la tradición del género, contienen reflexiones muy adultas.

Las historias se ubican en tiempos y lugares indeterminados que a menudo recuerdan a la Alemania preindustrial, pero que buscan confundirse con cualquier lugar. Hay aldeas y mercados, reyes, sabios y campesinos, montañas mágicas, hechizos y muchos animales. Las preocupaciones son preocupaciones de todas las edades, de ésas en las que uno se ocupa toda la vida, y que tienen que ver con la búsqueda del sentido de las cosas. El lenguaje, aun siendo el de los cuentos, lo he encontrado algo difícil. Creo que me resulta más fácil leer una novelita en alemán que estos cuentos. Por momentos es poético y juega con la rima, y hace florituras que no muchos prosistas se permiten.

En conjunto me han gustado, aunque algunos cuentos se me han hecho difíciles, y me han descubierto una faceta de Hesse que desconocía.

escrito en alemán | leído en alemán

LOS DETECTIVES SALVAJES – roberto bolaño

Cuando yo tenía veinte o veintiún años y devoraba poesía y novela latinoamericanas, le expresé a un amigo mi intención de leer a Bolaño. Resultó que él leía en ese momento un libro de Bolaño y, celoso de sus lecturas sin venir a cuento, como si leer los mismos títulos fuera pecado, me dijo que su mejor amigo y Recomendador Oficial de Libros, amén de excelente crítico oficioso, le había dicho que Bolaño era lo más y que no hacía falta leer ni a Borges ni a Cortázar porque ya estaban contenidos en Bolaño. Por supuesto, mi amigo no había leído ni a Borges ni a Cortázar y yo, que los admiraba con toda mi alma, le cogí una tirria inmerecida a Bolaño que me alejó de sus novelas durante años. Hay libros así, que odias porque a alguien le gustaron o le disgustaron. Algún día quizá supere mis odios y lea a Shakespeare…

A lo que íbamos. «Los detectives salvajes» es una novela abierta, formalmente experimental, estilísticamente llana -que ni mucho menos simple- y mezcla de varios registros. Y sobre todo larga, muy larga. La primera y la última parte son el diario de García Madero, un aprendiz de poeta que se junta con el grupo autodenominado real visceralista. Entre parte y parte del diario se sucede una enorme digresión contada a base de entrevistas que cubren tres continentes y unos veinte años. ¿Hay algo de Borges? Sí, algo hay, aunque ni mucho menos tanto como para que todo Borges esté contenido en el libro. Bolaño más bien parece querer despegarse de la influencia de Borges. Y de Cortázar, otro tanto.

El libro es una delicia. Da pie a la risa, a ponerse cachondo -porque al principio hay sexo para todos los gustos-; luego, a la reflexión, a la tristeza. Es surrealista. Juega con las emociones y la experiencia del lector para hilvanar los hilos que sujetan las tramas. Es mentiroso y desvirtúa la realidad cuando le parece. Al parecer, también contiene muchos elementos biográficos del autor. Es quizá una fiel realidad del Méjico de mediados del siglo XX. Porque si hay un lugar que queda retratado en el libro más que ningún otro es Méjico y, más en concreto, Ciudad de Méjico; la ciudad y sus gentes, la pobreza decente, el cambio de generación, el crecer en aquel lugar y aquella época siendo un un joven, una joven, pobre y con aspiraciones literarias aumentadas; con el ímpetu y la creencia de poder reformar el mundo -reformar la poesía- y ponerla patas arriba. Es un golpe de realidad; si en época de Bolaño el realismo mágico estaba agotado, «Los detectives salvajes» es quizá la vuelta de la magia al realismo. La magia que se agota y se da de bruces contra la realidad. El libro es una delicia.

¿Qué diría Borges? Probablemente y a la vista de la vasta extensión de la novela, que de Bolaño hubiera preferido sus relatos cortos. Pero como yo no soy Borges, diré que el libro me ha encantado. Por ponerle una pega, diré que el final me lo esperaba. Lo esperaba ya desde mucho antes; quizá desde la mitad del libro o quizá desde el comienzo de la segunda parte. Pero el final es una mera excusa. Si es que hay un final.

escrito en español | leído en español