MIRACLE OF THE ROSE – jean genet

Jean Genet fue un hombre que se pasó media vida entre el reformatorio y la prisión, vivió su homosexualidad muy naturalmente en una época en que se consideraba de todo menos natural, y encontró tiempo para dedicarse a la literatura y al drama, campos en los que además triunfó, convirtiéndose en un clásico de la literatura francesa del siglo XX.

Yo le dije a Rafa que jamás había escuchado nada sobre él, y Rafa me preguntó si había leído a Mishima y a Baudelaire. Un profesor universitario me introdujo a Baudelaire, del que en su día leí varias obras («El pintor de la vida moderna», «Las flores del mal», «El esplín de París», «La Fanfarlo», «Los paraísos artificiales», «El vino y el hachís). Mishima vino recomendado por mi profesor de guitarra, y se convirtió en uno de mis escritores favoritos; de él también he leído varias obras: «El pabellón de oro», «Música», «Confesiones de una máscara«, «Los años verdes«. Rafa me dijo que, si me gustaban Mishima y Baudelaire, Genet me iba a encantar.

No sé que relación hay entre los tres autores ni por qué Genet había de gustarme. Leer su prosa difícil, enrevesada, falta de las estructuras habituales, repetitiva, ha sido una tortura. Bien escrita, pues sí, pero a costa de perderse en sí misma. La novela semiautobiográfica de Genet mezcla constantemente, con un realismo digamos mágico (aunque aplicando el término retrospectivamente) y no lineal, recuerdos reales o inventados del reformatorio y la cárcel, donde todos los críos parecen ser gais y se torturan para alcanzar el ideal de una masculinidad que hace saltar todas las alarmas de toxicidad. Hasta aquí, todo bien: los ingredientes para una novela escandalosamente buena. Genet, además, se gasta una prosa poética y preciosista, rota de la mejor manera por las metáforas más soeces que uno pueda inventar. Pero a mí la novela me ha resultado tortuosa, cargante, y a punto he estado de dejar de leerla varias veces.

Algunas páginas me han gustado, han conseguido hacerme entender lo que se contaba pese a la dificultad de la lectura, y transmitir emociones. Pero entonces me he dado cuenta de que todos los recursos de Genet no hacen más que ensalzar, de la manera más bella posible, los actos más abyectos del ser humano, y en lugar de inspiración he terminado por sentir asco.

Ay, ya lo siento, pero Genet no es para mí…

escrito en francés | leído en inglés

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