IM STAHLGEWITTERN – ernst jünger

Cuatro meses enteros he tardado en leer la famosa crónica de Ernst Jünger sobre la Primera Guerra Mundial, basada en los diarios que escribió durante el conflicto. Aunque la curiosidad con que comencé la lectura no me abandonó hasta su final, la violencia extrema y costante que recorre cada página me produjo un rechazo difícil de superar.

El libro sigue la carrera militar del autor y tiene la batalla del Somme como punto álgido. El estilo es muy bueno y trata de ser objetivo, aunque en ocasiones destila un cierto tufillo a panfleto belicoso que, no obstante, debe perdonarse porque Jünger menciona a sus compañeros con nombres y apellidos, y es natural que desee darles homenaje.

La guerra de trincheras, las alambradas, los ataques con gas e incluso la erróneamente llamada gripe española aparecen, capítulo sí y capítulo también, dando una idea de cómo fue la guerra, sucediéndose absurdamente en busca de un objetivo superior que, de manera que a mí se me antoja kafkiana, el libro no se molesta en describir ni justificar.

En esto último, sin embargo, este libro difiere mucho del de Remarque, donde el esfuerzo por demostrar el absurdo de la guerra es plenamente consciente. Aquí —se nos dice— se trata de a visión de un soldado que no desea ver más allá de las órdenes que recibe. Algo más tiene, y mejor es leerlo, aunque cueste, que necesitar escibir otros libros semejantes.

escrito en alemán | leído en alemán

LA MONTAÑA MÁGICA – thomas mann

Ésta es la historia de una panda de zánganos que pierden el tiempo en un sanatorio.

No, en serio.

En serio. El señor Mann hubo de tener una experiencia traumática en su visita a un sanatorio suizo, en Davos para más señas -lugar extraño, o quizá muy adecuado, para el Foro Económico Mundial que allí se reúne-, para escribir casi 1050 páginas sobre un montón de burgueses infantiles, vanos e inútiles que comen, descansan en una tumbona -oh sí, esa tumbona de la portada-, pasean durante diez minutos, vuelven a comer, descansan, comen, pasean durante veinte o treinta minutos, descasan, comen, descansan, comen y duermen, y que cuando intentan mantener una conversación sobre los temas más variados y profundos que la filosofía y la teología han parido, los argumentos grandilocuentes se mezclan de tal manera que no hay forma de sacar nada en claro y que, cuando parece que por fin sacas algo en claro, el narrador te dice que en realidad está todo mezclado. Pero bueno, tú sigues leyendo porque, en el fondo, la narración se deja leer y la historia tiene algo de interesante y no-pude-ser-siempre-igual. En efecto, cambia. Lentamente. Muuuuy lentamente. Y cuando parece que va a suceder algo, te lo cuentan en francés porque, claro, la buena sociedad habla de temas pudorosos en francés. Y te encuentras leyendo 15 páginas en francés, idioma que no entiendes, preguntándote por qué maldita razón no te habías lanzado con el original en alemán, si total ibas a entender lo mismo.

Ay, señor Mann, cuánto me gustó su «Muerte en Venecia«. Claro que en aquella época yo estaba interesadísimo en la estética como disciplina filosófica, tema en que su libro incidía sin yo saberlo. A «La montaña mágica» me he acercado sin prejuicios y como aquella primera vez, desconociendo su argumento. Sabía que encontraría disquisiciones de índole filosófica, casi diría ensayística; pero no creía que fueran embrolladas y contradictorias, sino  claras y con un objetivo relativamente claro. Pues no, parece que la intención era la opuesta. Muy bien, riámonos pues. Nos podemos reír una vez o dos (me reí una vez o dos), ¿pero cuántas veces son mil páginas?

¿De qué trata esta montaña del libro? Pues trata del tiempo, así en abstracto y si te atragantas, bebe agua. Es un muy buen tema y, francamente, está bien conseguido. Pero no sé si justifica tamaño volumen. Me parece que García Márquez logró una buena concepción del tiempo en «Crónica de una muerte anunciada«; me parece también que, sobre la relación entre el tiempo y la memoria, Borges hizo un trabajo exquisito con «Funes el memorioso«. Este último relato me vino a la mente al leer cierto párrafo de «La montaña mágica». Me pregunto si el cuento, publicado con posterioridad a la novela, estuvo inspirado por ese párrafo.

Menuda relación de amor-odio he desarrollado con este libro. Aunque he querido resaltar lo que me ha sacado de quicio, en el fondo -a veces muy en el fondo- «La montaña mágica» me ha gustado. Está repleta de ironía, a ratos hace pensar, a ratos engancha y cuando no, desespera; pero dejemos eso aparte.

Quiero comentar dos cosas más: la imagen de España en el libro y la traducción.

España está sobrerrepresentada en el libro en comparación con otros países, y sin embargo jamás se habla de ella de primera mano. España, para Mann, no es un país sino una metáfora de los valores caducos y retrógrados de Occidente. Sin embargo, las acusaciones son veladas la mayoría de las veces; no quedan claras, no hay personajes principales que encarnen los valores asociados a España plenamente; cuando parece que los hay, entendemos que su relación con España es muy indirecta y que tergiversan sus valores a conciencia. Cuando parece que estos valores son objeto de burla, por fuerza se respetan.

La traducción es la de Isabel García para Edhasa. No me cabe duda de que ha hecho un buen trabajo y de que el libro se lee con facilidad; creo que ése era el objetivo de la nueva traducción: acercar esta historia al lector moderno. He ojeado algunas críticas, tanto buenas como malas. No conozco ninguna otra traducción de esta obra y no he leído el texto original, de manera que no puedo opinar en ese sentido. En general, la traducción me ha parecido buena, y ha conseguido soslayar problemas difíciles que tienen que ver con la fonología y la manera de funcionar del idioma alemán, como el tuteo y otros temas que son recursos importantes en el libro. Y sin embargo, la traducción chirría, en concreto durante las primas y últimas 200 páginas, por alguna razón. Me explico. Aparte del error aislado aunque garrafal del «o otra vez» (página 796), hay elecciones gramaticales extrañas. Casi no se notan y, sin embargo, me hicieron detenerme en la lectura. Por ejemplo, en oraciones largas con varios sustantivos de referencia, se hace concordar a un adjetivo en género o número con un sustantivo que, en principio, no parece lógico aunque sea gramaticalmente aceptable. Algunas (aunque muy pocas) elecciones semánticas también me han parecido raras; por ejemplo escribir «no tenía vigor» en lugar de «no tenía vigencia» o «no estaba en vigor». Cierto es que mil páginas son muchas y que por otro lado la edición está cuidadísima y prácticamente está libre de erratas.

Pero no pretendo aburrir a mis lectores y este artículo ya es demasiado largo. En suma, ahora entiendo aquello de Borges sobre preferir las obras cortas a las largas, incluidas las de los mejores escritores. «La montaña mágica» me ha gustado, me ha entretenido y la considero además una obra ideal para el confinamiento. Confinado en casa, casi te puedes sentir como un visitante del sanatorio. Sin embargo, creo que disfruté mucho más de «Muerte en Venecia«, que leí hace ya once años. Creo que esto se debe a mi mayor interés sobre los temas tratados, pero también por la claridad de la narración y por la extensión de la obra.

escrito en alemán | leído en español

CITIES OF THE PLAIN – cormac mccarthy

Último volumen de «The Border Trilogy«, «Cities of the Plain» completa la serie comenzada por «All the Pretty Horses» y «The Crossing«. Si los anteriores me costó tragarlos, éste me ha resultado bastante infumable. «All the Pretty Horses» tenía la novedad del argumento, de los paisajes lunares que podían imaginarse casi con nostalgia, de una narrativa poderosa y moderna; «The Crossing«, a ratos, intercalaba intensos diálogos con gran uso del Spanglish y escenas de acción y suspense. Este tercer volumen, a mi parecer, intenta ser más lírico y, sin embargo,  se aleja un poco del estilo de los anteriores y cae en una yuxtaposición de escenas sin demasiado sentido y donde el argumento principal, el amor de una mujer, me ha parecido relativamente simplón. Al final, más de lo mismo: violencia gratuita, medio oeste estadounidense, fascinación por lo mejicano, mentalidades excesivamente tradicionales, diálogos donde el dialecto local está maravillosamente representado (es, a mi parecer, lo mejor de la trilogía), y un vago sentido simbólico personificado en los caballos que, en el caso de este tercer volumen, es casi inexistente. Creo que el primer libro de la trilogía es el mejor y, además, puede leerse individualmente.

escrito en inglés | leído en inglés

EL HOLOCUSTO ESPAÑOL – paul preston

el-holocausto-espanolEn esta lectura difícil de digerir, que revuelve las tripas a cada página, Paul Preston expone su teoría de que en la Guerra Civil española todos mataron demasiado, pero mucho más el bando nacional, con diversos agravantes. Si bien es mi opinión que esto es incontestable, me parece cuestionable que esta «conclusión» presida el libro desde la primera página en lugar de aparecer como consecuencia de los hechos expuestos. Hecho en falta también, aunque algo habrá tenido que ver la traducción, un lenguaje algo más llano en ocasiones (¿de verdad es necesario utilizar la palabra «adláter«?) La narración, en general, en muchas ocasiones parece más una suma de atrocidades en lugar de una correlación coherente de hechos, donde se priman las partes por encima del todo y, por ende, a veces se pierde la orientación entre sus más o menos 700 páginas sin contar las notas.

Hasta aquí la crítica negativa. Este libro, de alguna manera, me ha abierto los ojos. Desgrana los motivos del odio que desencadenaron la división de España, así como los sucesivos gobiernos republicanos y los movimientos de los frentes de guerra, las muchas corrupciones y delaciones, las envidias y la plétora de movimientos paramilitares y asociaciones que pululaban por España. Todo esto me ha hecho comprender mejor libros leídos recientementem como O lapis do carpinteroLa barraca, así como la razón de ser de algunos temas de actualidad como, por ejemplo, la ley de memoria histórica, la cual no entendía antes de leer este libro. Y entonces llegan los asesinatos, las palizas, las torturas increíbles, los bombardeos, las mentiras,, los niños robados, las violaciones; páginas y páginas de hechos horrendos perpetrados por uno y otro bando que escuecen en cada palmo del cuerpo y demoran la lectura.

El holocausto español pone en su sitio ciertas verdades, sobre las que la educación española pasa de puntillas, de manera cruda y estremecedora. Ahora puedo decir que, al menos en mi generación, poco se sabe de nuestro pasado republicano y fascista. Recordarlo me parece perentorio. Hace pocos meses escuché en la radio que el libro está siendo adaptado al cómic; creo que sería muy interesante leerlo también en ese formato.

escrito en inglés | leído en español

THE CROSSING – cormac mccarthy

978033051124701El segundo libro de la «Border Trilogy» comenzó atrapándome para, terminada la primera parte de la historia, comenzar a aburrirme sin remedio. Me ha parecido más de lo mismo que «All the Pretty Horses«, sin el atractivo de la novedad en el estilo, ni siquiera en la historia, que sigue patrones sumamente parecidos. Están también esas grandes digresiones, historias dentro de historias, filosofías y pseudofilosofías; el diálogo lacónico de los protagonistas y, a menudo, del narrador, cuando no decide perderse en descripciones prolíficas de paisajes y acciones que necesitan poco para ser descritos; sus largas disertaciones sobre religión; el español constantemente mal escrito, con usos equivocados de los verbos «ser» y «estar», tiempos verbales incorrectos, falta de acentos y acentos cuando no los hay.

Quizá lo peor es la fatalidad que recorre el libro y que parece del todo azarosa. No le he encontrado sentido a la historia, es todo un capricho, un azar. Si ése es el tema del libro, se me ocurren dos autores muy diferentes que lo abordan de maneras que a mí me parecen más atractivas: Borges en «La lotería en Babilonia» y Auster en «El palacio de la luna«.

En suma, un libro para los amantes de la primera parte de la trilogía. Para, los que como yo, disfrutamos con el primer libro aunque sin entusiasmarnos demasiado, este segundo me parece prescindible.

escrito en inglés | leído en inglés

LA MUERTE DE IVÁN ILICH – león n. tolstói

3420Me parece como si esta historia la hubiera leído y visto en pantallas muchísimas veces, aunque es posible que esta novela fuera de las primeras en presentarla.

La narración de Tolstói es terrible, opresiva, y da qué pensar. Como en Crónica de una muerte anunciada, Iván Ilich muere al comienzo de la historia y el autor cronica los acontecimientos que desembocan en su muerte hasta que lo vuelve a matar. Como en El enfermo imaginario, los médicos son meros ilusionistas que buscan hacer dinero. Nadie quiere complicarse la vida pensando en algo tan funesto como la muerte, y sólo buscan en la de Iván Ilich el empleo que dejará vacante y el dinero heredado. Sus amigos y familia, incapaces de congraciarse con él, viven su empeoramiento con fastidio. Él no lo entiende, y tampoco entiende por qué tiene que sufrir. Y en mitad de su sufrimiento se replanteará si su vida, a su parecer del todo correcta, buena y decorosa, no hubiera sido mejor empleada de otra manera.

El realismo de Tólstoi toca muchos temas de la psicología humana, muy pocos de los cuales nos gusta admitir. Busca, a ratos, la ironía; cosa que se agradece mucho en una narración tan plúmbea. El estilo (o la traducción -correspondiente con la portada que muestro) es sencillo y huye de florituras.

Ésta es la primera novela que leo de Tólstoi. En algún momento espero leer también Ana Karenina y Guerra y Paz. Para -los que como yo- se asusten de tomos colosales, esta novela corta puede ser una buena opción, ya que apenas supera las 70 páginas.

escrito en ruso | leído en español