ADOLF – osamu tezuka

«Ésta es la historia de tres hombres llamados Adolf…» Así comienzan las más de 1.200 páginas de este manga de Tezuka. Son Adolf Kaufmann, mestizo germanojaponés criado en Kobe cuyo padre envía a Berlín contra su voluntad para formarse en las juventudes del partido nazi, Adolf Kamil, judío cuya familia huyó a Japón ante la retórica antisemita del nazismo, y por supuesto Adolf Hitler, cuyo certificado de nacimiento, que ha llegado a manos de un militante comunista japonés, cuestiona su ascendencia aria y podría convertirse en un escándalo para desinflar la propaganda nazi.

Con «Adolf», Tezuka deja a un lado la fantasía que impregna muchas de sus obras, y prácticamente todos los mangas, para armar un drama histórico que recrea la segunda guerra mundial desde un punto de vista no eurocentrista. La obra, que comienza con las Olimpiadas de 1936 en Berlín y finaliza con las luchas por la liberación de Palestina de la década de 1970, hace bailar a sus personajes por varios frentes, tanto a los tres Adolf como a sus allegados, sus conocidos, y Sohei Toge, hermano del comunista japonés, quien agrega la perspectiva japonesa y sufre su indiferencia ante el militarismo nipón que desemboca en la guerra del Pacífico.

Con un dibujo magnífico (del cual me han llamado la atención las muchas formas de dibujar el tronco de un árbol) y una organización en 36 capítulos, la historia se desarrolla en varias tramas que se unen y desunen, principalmente ambientadas en Kobe y Berlín. Hay bastante realismo y eso es duro: los rostros dibujados muestran el miedo, el desánimo, la impotencia, el horror; también los rayos de esperanza, las ganas de vivir. Los personajes se desarrollan; sus personalidades cambian muy despacio, pero por completo. En la furia del nacionalismo, de la pureza racial y del sentimiento de amenaza, las tornas van cambiando y, donde había amistad, la envidia genera odio, el odio engendra violencia y ésta, una vez desatada, sólo puede crear más violencia. La guerra termina pudriéndolos a todos.

Fabuloso manga de Tezuka que me hubiera gustado leer allá en mi adolescencia, cuando me daba por leer manga en ocasiones, y que en aquel momento no pude encontrar o permitirme. Sepa el lector que puede derramar alguna lagrimita y que se emocionará seguro. Me ha dado ganas de tomar una pluma y dibujar cómics, como también hacía en mi adolescencia, al estilo manga.

escrito en japonés | leído en español

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